Las declaraciones xenófobas de Trump generaron la reacción del secretario de Estado de EE.UU., John Kerry. Y es que el candidato republicano, que además encabeza las encuestas del partido, propuso prohibir la entrada de musulmanes a su país.
Kerry se pronunció frente a estos hechos, uniéndose a las voces de líderes europeos, afirmando que el candidato «pone en peligro la seguridad nacional» de EE.UU. «Esto pone en peligro la seguridad nacional porque esa propuesta indica la voluntad de un candidato estadounidense a la más alta función del país de discriminar toda una religión», afirmó.
Así mismo, agregó que «ese tipo de prohibición es contraria a los valores estadounidenses y a nuestra Constitución y pienso que es una política exterior muy peligrosa debido a que le dice a aquellos dentro del islam que intentan explotar a la población y reclutar combatientes extranjeros: miren en Estados Unidos que tienen a una persona que le hace la guerra al islam».
Y es que como había manifestado Obama frente a comentarios de miembros del mismo partido, que plantearon en su momento solo permitir la entrada a sirios cristianos, esta discriminación se convierte en un arma perfecta de reclutamiento de E.I.
El Presidente había planteado que precisamente E.I. «busca explotar la idea de guerra entre el Islam y Occidente, y cuando uno empieza a ver individuos en posición de responsabilidad sugiriendo que los cristianos son más merecedores de protección que los musulmanes en una tierra llena de guerra, se alimenta la narrativa de ISIL» (ver Crecen controversias y enfrentamientos políticos entorno a refugiados sirios).
Reiterando esta visión, Kerry afirmó frente a Trump que «esa es su impresión, que puede ser explotada (…) y permite reclutar (…) ya que deja pensar que Estados Unidos es verdaderamente discriminatorio hacia el islam y los musulmanes».
David Cameron, Primer Ministro de Gran Bretaña, se había pronunciado al respecto, rechazando los comentarios del candidato estadounidense, al igual que el ministro francés Manuel Valls, quien trinó “Trump, como otros, cargan de odios y confusión: nuestro ÚNICO enemigo es el Islamismo terrorista” (ver Indignación mundial por propuesta de Trump de prohibir entrada de musulmanes a EE.UU.).
A estos se unió el príncipe Al – Walid ben Talal de Arabia Saudita, aliado de EE.UU., afirmando que Trump es una vergüenza para todo el país. Incluso en Gran Bretaña el público ha firmado una petición para prohibir la entrada de Trump al país.
Lo preocupante es que frente al público estadounidense el candidato sigue punteando y explotando el miedo a los inmigrantes, remembrando la «guerra contra el terror» y los discursos maniqueístas de Bush.