En C/bia hay muchos ciudadanos que se han dedicado a la maximización del ocio; y que por tanto tienen la mente llena de nada, o de nefandas y destructivas ideas. Asímismo, y de manera general, este tipo de personas tiene las manos desocupadas de trabajo; y de suyo, enfrentarán un sombrío futuro, caracterizado por pobreza, falta de prosperidad, y escasez integral».
En relación con lo anterior, comparto, que este tipo de decisiones son individuales, pero cuando estas son impulsadas quizás por la opaca gestión del estado, en materia de garantización de derechos sociales; y también por no llevar a cabo una adecuada política de emprendimiento empresarial; entonces se hace necesario que el estado reasuma su activa labor en estas humanitarias y constitucionales latitudes.
Sinembargo, con respecto a lo anterior es pertinente reflexionar que, con relación al gobierno que termina, ya poco se puede esperar en estas materias; y la esperanza posiblemente estaría depositada en la próxima administración central; pero lo que particularmente se observa es abundante retórica, y una pertinaz ausencia de programas de gobierno, en los planteamientos de los Precandidatos a la Presidencia de la República; que solo dejan visualizar como marco de acción la dinámica recolección de firmas, aceitada por el desprestigio de los partidos; y el cada vez más confuso tema de las encuestas, que nos permite inferir con claridad meridiana, la profunda falta de cultura política de nuestro país nacional.
Ahora bien, lo que si es cierto, es que ningún pre-candidato ha realizado planteamientos fundamentados en estudios y programas de gobierno. Es decir, hasta ahora no hay carta de navegación de los denominados pre-candidatos; y ello es similar a lo que ha venido ocurriendo en los últimos 50 años en C/bia, donde viene predominando el ocio en materia de Planeación; y la diligente dinámica, solo se logra en la aplicación de las inversas costumbres políticas, que terminan dejándonos este grisáceo y nauseabundo panorama de desastre económico, social y moral de nuestro país.
Así las cosas, necesitamos ocupar la mente, en planear lo económico y lo social; y no solo la ruta política para llegar al solio de Bolívar. Pues, se requiere urgentemente de la formulación de un programa de gobierno, que se ocupe de atacar los problemas estructurales de desigualdad, pobreza, desempleo y desaceleración económica; porque si esto no ocurre, podríamos estar compelidos a tener «la mente llena de nada y las manos desocupadas de trabajo»; y con ello, la posibilidad de seguir afrontando un presente y un futuro, caracterizados por la pobreza y la ausencia de prosperidad integral.
Finalmente, y consistente con lo anterior, es prudente citar como el Banrepública y Standard and poors, 8 meses después que este analista lo expresara en este espacio de opinión; ahora modifican su cálculo del PIB para el 2017; y lo señalan en 1.6%. Es decir 0.4 % menos que el crecimiento económico de 2016; cifra que es naturalmente convergente con la inercial, improvisada y equívoca gestión de lo público, de la actual administración gubernamental
«Planes bien pensados pura ganancia; Planes apresurados pura pérdida».