La soberanía sobre el archipiélago Spratly es el tema que enfrenta a estas dos potencias. Esta zona está en disputa entre China, Taiwán, Vietnam, Malasia, Brunei y Filipinas, y hacia el norte se encuentran enfrentados China, Japón y Corea del Sur. El martes de esta semana, la entrada de un Destructor (buque) de la marina estadounidenses a la zona de 12 millas de estas islas generó un gran descontento en el país asiático, el cual envió una clara advertencia a la potencia americana. El buque de guerra U.S. Lassen navegó en proximidad de las islas artificiales creadas por China en la zona, mandando el mensaje que EE.UU. llegará hasta donde la ley internacional le “permita” en términos de sus intereses estratégicos de pasaje libre para navegación.
Para China esta incursión de EE.UU. es un acto “provocativo” que no solo viola la ley internacional en términos de afectación a su soberanía, sino que además puede ser una acción que pretende militarizar la zona e incrementar el tono de la disputa regional, afectando la paz y seguridad mundial. Las declaraciones las ha realizado en primera instancia el Comandante de la Fuerza Naval de China, el Almirante Wu Shengli, hacia su contraparte americana, el Almirante John Richardson. Shengli afirmó que este tipo de acciones pueden llevar a movilizaciones marítimas y aéreas, con incidentes menores que podrían generar una guerra. Planteó además que “se espera que EE.UU. valore lo suficiente las buenas relaciones que se han creado con las fuerzas armadas chinas” para evitar esta situación.
El Embajador chino fue llamado a consulta, mientras que su contraparte planteó que EE.UU. no reconoce las demandas territoriales de China y que continuará con sus operaciones de acuerdo con sus intereses. China afirmó que no le teme a una guerra y advierte a EE.UU. que sus acciones pueden llevar a este país a una posición más fuerte para defender su soberanía a toda costa, por lo que “debe abrir el ojo de crear una profecía autocumplida”, es decir, generar una guerra con el país asiático.
Si bien se han iniciado diálogos y la relación entre las potencias parece estar más estable de acuerdo con la reunión del jueves 29 de octubre, las tensiones continúan. Y es que el mismo día en que se dieron estas conversaciones, la Corte Permanente de Arbitraje declaró que recibirá el caso de las Filipinas en contra de China. De acuerdo con la corte, este caso no es sobre soberanía, sino sobre la interpretación de la Convención de la ONU sobre la ley del mar, y por lo tanto, tiene jurisdicción para asumir el caso. Por su parte, China plantea que no acepta la jurisdicción de esta organización y que no dejará de lado sus pretensiones territoriales en el Mar chino del sur.
Las tensiones en esta zona no parecen tener fin por ahora.