Fuentes del sector aseguran que Oliver Pardo, director de Política Macroeconómica de esa cartera, tiene un perfil “en exceso ideologizado” que podría obstaculizar proyectos clave para el Gobierno.
No han pasado ni tres meses desde su nombramiento y varios de sus compañeros “no se aguantan” a Oliver Enrique Pardo, el director de Política Macroeconómica del Ministerio de Hacienda. Se trata de un poderoso cargo en esa cartera pues es, según la definición formal, “quien elabora estudios, diagnósticos, análisis y evaluaciones que permitan el seguimiento permanente de la situación económica general, monetaria, crediticia y cambiaria del país”.
Varias fuentes de ese ministerio y del sector coinciden en que en varias reuniones sus comportamientos son “groseros, displicentes u hostiles” y que su perfil es “en exceso ideologizado”, lo que ha molestado a altos funcionarios de Hacienda que le han contado al ministro Bonilla. En privado, según dos fuentes que hablaron con este diario a cambio de no revelar su identidad, el jefe de la cartera ha dicho que se “arrepiente de haber nombrado” a Pardo, pero que sacarlo en este momento “no sería un mensaje de estabilidad para el país”.
En concreto, las alarmas de algunos funcionarios están encendidas porque les “preocupa que Pardo obstaculice las discusiones sobre la concertación de la reforma pensional”, un proyecto que sacó adelante el Gobierno y que es del corazón del presidente Gustavo Petro. Esto se ha visto materializado en mesas de concertación con varias entidades del Estado en las que Pardo ha hecho comentarios que han despertado molestia a tal punto que uno de los asistentes se paró y les dijo a sus colegas de Hacienda “que arreglaran sus diferencias primero”, según confirmó este diario con fuentes que asistieron a un encuentro el pasado 3 de septiembre, aunque se ha repetido en otras mesas donde intervienen funcionarios de distintas dependencias.
“Se ha peleado con todo el mundo. Tiene un tono pasivo -agresivo porque te hace sentir bruto. Se coge la cara, se pone rojo, se empieza a volver loco, respira acelerado y se vuelve loco, descontrolado, pierde la paciencia”, le dijo a EL COLOMBIANO un funcionario que ha presenciado esos comportamientos en otras reuniones. Cuando una reunión transcurre “normal”, entre los pasillos de Hacienda se hace ver con extrañeza pues “ya esperamos lo peor”, asegura otra funcionaria. Pardo también ha discutido fuertemente con altos funcionarios como Jairo Bautista, director de Presupuesto Público Nacional y José Roberto Acosta, Director Nacional de Crédito Público y Tesoro Nacional.
¿Quién es Pardo?
Se trata de un economista de la Universidad Nacional con maestría y doctorado en London School of Economics, que antes de aterrizar al Ministerio de Hacienda era el director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana. Su hoja de vida, según conoció este medio, fue recomendada por Daniel Osorio, quien ocupaba el cargo de director de Política Macroeconómica, y por la viceministra técnica, Juanita Villaveces.
“Si tú me preguntas qué pesa más en Oliver: su doctorado o su perfil en exceso ideologizado, te digo que lo segundo”, le dijo a este diario una funcionaria del sector financiero, quien asegura que tienen “una relación inmejorable” con el ministro Bonilla pero que sí han escuchado de las quejas sobre Pardo
Además de los problemas por su forma de ser, este diario conoció que han llegado quejas a funcionarios de Hacienda sobre la manera en que Pardo dialoga con las calificadoras de riesgo —empresas privadas que evalúan la capacidad de pago y la fortaleza financiera de las instituciones y los instrumentos financieros que ofrecen– pues supuestamente se estaría quejando del Gobierno con algunas de ellas. “Que vamos a perder otro grado de inversión y eso no se dice. Yo creo que le falta mucho conocimiento del Estado y parece que no maneja bien la presión actual de su cargo”, agrega un funcionario de una de las calificadoras.
Pardo es cercano al ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, que también dirigió el Observatorio Fiscal de la Javeriana, y luego llegó a la Dian. Estando en ese cargo tuvo varios roces con el ministro Ricardo Bonilla, pues esa entidad hace parte del paraguas de Hacienda, pero Reyes decía públicamente que su jefe era el presidente Petro y no el ministro.
“La madre al que votó por Petro”
De hecho, siendo director de Asuntos Económicos de Asobancaria y profesor asociado de la U. Javeriana en 2018, Oliver Pardo publicaba duros mensajes contra el hoy presidente Petro en la red social X (antes Twitter). “Aprovecho esta enésima oportunidad para volver a mentarle la madre a todo el que votó por Petro o por Duque en la primera vuelta” y “A toda la #ColombiaHumana que agradece por mi voto por Petro en segunda vuelta, solo les quiero decir una cosa: fuck you (vete a la mierda)”, son dos de las publicaciones de Pardo contra Petro. Y en otras se refiere al diario El Tiempo como “un pasquín”: “Cuando trabajé en el DNP ejercí muchísimo más poder que el mismísimo Sarmiento Angulo (sic)”. Y la lista podría seguir. Cercanos a Bonilla se preguntan: “¿Por qué aceptó el cargo en Hacienda si pensaba eso del presidente Petro?”.
Lo cierto es que no es la primera vez que en el Ministerio de Hacienda, bajo este Gobierno, hay quejas de profundas diferencias entre funcionarios o acusaciones de presunto acoso laboral. En febrero de este año, la revista Semana reveló que Flor Esther Salazar, directora de Regulación Económica de la Seguridad Social, fue acusada en recursos humanos por presunto acoso laboral e irrespeto con otros funcionarios. “En este momento (Hacienda) no es un lugar para recomendar, el actuar de las personas no es técnico y el manejo que le está dando esta dirección es de irrespeto y maltrato con los servidores públicos y contratistas”, decía una carta de una exfuncionaria.
Este mismo año, en julio, el propio ministro Bonilla reveló en una entrevista con Noticias Caracol –en el contexto del escándalo de la UNGRD que lo salpica a él– que “José Roberto Acosta es a veces una persona difícil, y crea dificultades en las reuniones. Yo opté por pedirle que no fuera a ciertas reuniones para poder tener más tranquilidad”. Añadió que “el tema es que a veces Acosta es agresivo. Ataca a las personas y eso dificulta el desarrollo de las reuniones”.
EL COLOMBIANO buscó a Oliver Pardo para conocer su versión y le envío un largo cuestionario que al cierre de esta edición no había sido respondido. El ministro Bonilla tampoco contestó a nuestras preguntas. Pero su oficina de prensa aseguró que no existen investigaciones internas con nombre propio o anónimas en contra de Pardo. Mientras tanto, Bonilla, de quien destacan su talante conciliador, tendrá que seguir apagando incendios no solo en el país, sino en su propia cartera.