Por Henry Amorocho Moreno
Por toda la extensión de nuestra República de Colombia, la administración de lo público viene adquiriendo características de un gran desastre nacional en lo administrativo, que se viene manifestando en circunstancias tales como: Las de ver algunas empresas de servicios públicos de energía y salud, que cuentan con tarifas positivas y subsidios del estado; y aún así, resultan siendo objeto de intervención estatal, y en el proceso de venta de dichas empresas en liquidación, le resulta quedando a la nación, la Asunción del pasivo pensional, para que sea atractiva la venta, a los nuevos terceros adquirentes.
Es decir, algo así como maquillar la crísis administrativa de las empresas del estado, con procesos de venta en las que solo cambia el nombre de la nueva entidad; y las deudas y los pasivos de las empresas las asume por arte de magia legal y decisiones administrativas del poder ejecutivo central, el constitucionalmente denominado pueblo Colombiano, también reconocido Hacendística y legalmente como Nación y tributariamente como sujeto pasivo o contribuyente.
Ahora bien, en la Ley cuatrienal del Plan de desarrollo, que es lo más parecido a una feria de regalos navideños; se aprobó en primer debate, que la Nación asumiera el pasivo pensional de electricaribe, Del fondo de estabilización de precios de combustibles, De la ley de punto final de salud, y de los acuerdos presupuestales con los representantes de la minga Caucana.
Por otra parte, al poder ejecutivo del sector central de la nación, también se le viene iluminando la creatividad fiscal de la subasta de pasivos trasladados a la nación, con la transferencia a los contribuyentes de la pérdida de los cafeteros, como así también de la conversión en deuda pública de los pasivos exigibles por sentencias judiciales contra la nación, que hace 4 años no se pagan.
Todo lo anterior, en buen romance alcanza un monto cercano a los $49 billones; es decir, un 4.5% del PIB o el equivalente a 7 leyes de financiamiento. La preguntas serían, y con este apretón fiscal, de donde van a salir los recursos?; Y entonces las empresas incurren en pérdidas y por contera no provisionan sus obligaciones laborales de tipo pensional; y por tanto todos tenemos que estar tranquilos porque hay tenemos a la nación contribuyente, para que asuma toda la carga de ineficiencia, corrupción y falta de control del estado Colombiano?.! Que desfachatez!.