Como resultado de la primera visita oficial del régimen Castrista a cualquier país desde 1960, la reunión de Raúl Castro con Peña Nieto ha marcado un hito en la historia. El PRI siempre ha sido aliado de Cuba, por lo que no es sorpresa ver que el primer encuentro presidencial, después de la política de apertura de Obama, sea en México (ver Primera visita oficial a un Estado desde 1960: visita de Raúl Castro a México).
En esta reunión se resaltaron los lazos de amistad entre los países latinos. Mientras Castro afirmó al público: «que viva siempre la indestructible hermandad entre los pueblos de Cuba y México», resaltó la alianza continua al decir: «no olvidaremos nunca que México fue el único país latinoamericano que no rompió relaciones con Cuba, cuando todos los demás lo hicieron». Por su parte, Peña Nieto afirmó que desde México: «queremos ser un aliado en este momento de cambio y apertura».
Dentro de este encuentro los mandatarios firmaron un acuerdo migratorio, fortaleciendo el memorando bilateral de 2008 que tenía este mismo fin. Este documento pretende enfrentar la llegada de cubanos a México en su tránsito a EE.UU., para garantizar que este flujo sea legal, ordenado y seguro.
No obstante, la mayor preocupación es frente a la realidad migratoria. Si bien en el memorando bilateral anterior los migrantes indocumentados debían ser deportados, el Gobierno mexicano en realidad otorgaba un salvoconducto de 20 días que eran utilizados para llegar al norte. Esto ha llevado a que los salvoconductos se popularicen y no es claro si el acuerdo trata este tema.