Los talibanes se atribuyeron el ataque suicida de este lunes en Afganistán, el cual dejó siete soldados de la OTAN muertos y seis heridos, entre ellos policías afganos.
De acuerdo con fuentes oficiales, los soldados eran de nacionalidad de EE.UU., dato que fue confirmado por EE.UU.
De acuerdo con el coronel estadounidense Michael Lawhorn, el ataque se dio a través de un artefacto explosivo cerca al Aeródromo de Bagram, ubicado a aproximadamente 40 kilómetros de la capital Kabul.
“Seis miembros de Resolute Support murieron en un ataque con una motocicleta cargada con una bomba casera en Bagram”, informó Lawhorn.
Tan solo hace una semana se dio un ataque en inmediaciones de la Embajada de España en el que murieron dos policías del país europeo (ver Talibanes explotan carro bomba en Afganistán).
Abdul Shukur Qudusi, gobernador del distrito, notificó que la explosión fue activada cerca de una patrulla de trabajo conjunto de Afganistán y EE.UU.
Así mismo, generó una alerta respecto a la entrada de E.I. a Afganistán, reiterando la «creciente presencia y futuro potencial de crecimiento» del grupo yihadista.
Nicholas Haysom, representante de la ONU en Afganistán afirmó que «ciertamente es preocupante que tengan una presencia allí», aclarando que todavía no se encuentran fortalecidos en la zona y que los talibanes se mantienen como la amenaza más apremiante.