Hace más de dos meses la paciente viajó a Bogotá, en procura de encontrar en la capital del país, un tratamiento mucho más asertivo de su cáncer, debido a que el tratamiento que le adelantaron en Barranquilla el año pasado, no fue satisfactorio.
Pero en Bogotá el calvario se incrementó. La EPS Comfacor con sede principal en Montería, aunque autorizó la portabilidad para Bogotá, ahora argumenta la no existencia de convenios con ninguna entidad prestadora de salud en la capital y eso ha entorpecido la atención a la paciente.
Según Robinson Castillo hijo de la paciente, la Entidad Promotora de Salud no autoriza el suministro de quimioterapias paliativas de alto riesgo ya que estos procedimientos deben tener ciclos de 21 días, y deben ir para evitar el cáncer que padece siga afectando otros órganos, no obstante, la paciente no ha recibido la primera quimioterapia desde que el tumor reapareció y se extendió a otras partes del cuerpo.
Hace un par de semanas se radicó una acción de tutela contra la EPS Comfacor, en donde exigían el derecho a la salud, junto con las sesiones de quimioterapias que necesita. El juzgado 42 de Bogotá falló a favor de María Charris de Castillo y le ordenó a suministrar el tratamiento integral de acuerdo con las órdenes de los médicos tratantes. Pero hasta el momento, sigue la negación de los servicios.
El Instituto Nacional de Cancerología, explicó que cuando una entidad no tiene contrato, debe solicitar cotización para el tratamiento del paciente y consignar el valor correspondiente, pero la EPS Comfacor no ha cumplido con este proceso.
María Charris de Castillo, de 62 años de edad, afirma que seguramente la EPS Comfacor está esperando su muerte, para autorizar un tratamiento que requiere con urgencia hace más de 2 meses.
La Superintendencia de Salud ya está atendiendo el caso y ordenó a la EPS cumplir con el tratamiento médico.