El brote del nuevo coronavirus 2019-nCoV ya ha dejado 26 muertos y 881 infectados en China.
El número de ciudades cerradas por las autoridades de China ha crecido este viernes a 13. Más de 40 millones de personas permanecerán así confinadas en sus localidades en un intento de limitar la propagación del brote del peligroso coronavirus.
La primera ciudad en ser cerrada fue Wuhan, de más de 11 millones de habitantes, en uno de cuyos mercados se originó en diciembre la peligrosa infección. A esta le siguieron Huanggang (más de 6 millones de habitantes), Xiaogan (4,8 millones), Xianning (2,5 millones), Huangshi (2,4 millones), Xiantao (1,5 millones), Enshi (800.000 habitantes), Zhijiang (550.000 habitantes), Chibi (cerca de medio millón de habitantes), así como Ezhou, Lichuan, Jingzhou y Qianjiang.
Todas ellas se sitúan en la provincia de Hubei y afrontan ahora el cierre de sus estaciones de tren, la suspensión de la circulación del transporte público, cierres de negocios y la cancelación de eventos festivos por el Año Nuevo chino, que se inicia el 25 de enero.
Las celebraciones y ferias por el Año Nuevo chino y los principales eventos públicos se han cancelado también en Pekín, donde las autoridades locales han cerrado además los principales museos, entre ellos, el Museo del Palacio, conocido más como la Ciudad Prohibida, que a partir del 25 de enero dejará de admitir visitantes.
También se prevé cerrar una sección de la Gran Muralla como medida para controlar la propagación del nuevo coronavirus.
- Las autoridades chinas ya han elevado a 26 el número de fallecidos por neumonía vinculada al brote del nuevo coronavirus 2019-nCoV, que ya ha dejado 881 infectados en el país asiático. El virus se transmite de humano a humano a través del tracto respiratorio y en caso de contactos estrechos
¿Cuál es el peligro principal?
La neumonía atribuida al nuevo coronavirus es la complicación principal que se observa en los infectados, no destacando por ningún síntoma especial. Básicamente, los infectados tienen fiebre, algunos experimentan dificultades para respirar, mientras las radiografías muestran cambios en los pulmones.
Como no se trata de una neumonía causada por bacterias, no se cura con antibióticos y el tratamiento es sintomático, no enfocado en la etiología de la enfermedad. Por lo general, en estas situaciones los médicos aconsejan un tratamiento parecido al de la gripe: guardar reposo, tomar muchos líquidos y medicinas específicas para los dolores de garganta y fiebre.
¿Cómo se puede prevenir el contagio?
La Organización Mundial de la Salud ha enumerado una serie de consejos estándar para la población con los que busca reducir la exposición y la transmisión de una variedad de enfermedades:
- lavarse las manos con frecuencia, usando un desinfectante a base de alcohol o agua y jabón;
- cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo al toser y estornudar; desechar el pañuelo inmediatamente y lavarse las manos;
- evitar el contacto cercano con cualquier persona que tenga fiebre y tos;
- buscar atención médica temprana y compartir con su proveedor de atención médica su historial de viajes, en el caso de que tenga fiebre, tos y dificultad para respirar;
- evitar el contacto directo sin protección con animales vivos y superficies en contacto con animales si visita mercados en las áreas donde se registran casos de nuevos coronavirus;
- evitar el consumo de productos animales crudos o poco cocidos.
¿Por qué el nuevo virus deja tantos infectados y hasta muertos?
Como en el caso de cualquier enfermedad provocada por cualquier tipo de virus, no existe ningún medicamento específico que ‘mate’ al virus como tal, siendo nuestro propio organismo y su sistema inmunológico el que debe combatirlo. Los tratamientos existentes solo ayudan a aliviar los síntomas, pero no aniquilan la causa del mal.
Si bien solemos recuperarnos de la mayoría de los resfriados o gripe de naturaleza viral por los esfuerzos de nuestro propio organismo, acompañados de un tratamiento sintomático, algunos tipos de virus son mucho más potentes y agresivos y el organismo no logra combatirlos por su cuenta, lo que puede desembocar en complicaciones y muerte, algo que ya sucedió durante el brote del ébola y se observa ahora en China con el nuevo coronavirus.
¿Hay cura contra los coronavirus?
Ciertas vacunas protegen contra algunos virus, pero no ante infecciones provocadas por un coronavirus humano.
Sin embargo, entre humanos solo circula una parte pequeña de los coronavirus existentes, ya que la mayoría solo están presentes en animales. Así, el mortífero síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) fue provocado por virus de dromedarios, mientras que el origen del síndrome respiratorio agudo grave o la neumonía atípica fue el SARS Co-V que portaban unos felinos llamados civetas.
En el caso de la neumonía atípica por el coronavirus SARS Co-V, los inhibidores de la proteasa lopinavir y ritonavir mostraron cierta actividad antiviral y el interferón alfa y beta también ofreció algunos efectos positivos, aunque los datos sobre su eficacia son limitados.
¿Y para qué recurrir a medicamentos antivirales?
Los medicamentos existentes que luchan, precisamente, contra el virus no lo erradican del organismo y solo anulan su replicación, impidiendo la reproducción en células sanas. Si se trata de un virus de la influenza, fármacos como oseltamivir, zanamivir, amantadina o rimantadina ayudan a frenar la propagación del virus en el organismo y de, esta forma, aliviar los síntomas y reducir la duración de la enfermedad.
En el caso del VIH, la terapia antirretroviral también tiene como objetivo prevenir la reproducción del virus y reducir su cantidad en la sangre, minimizando las posibilidades de su transmisión a otros, aunque no lo erradica.
¿Emergencia internacional?
Las autoridades sanitarias de China ya han advertido que el nuevo coronavirus podría mutar y propagarse. Sin embargo, tras dos días de discusiones, el Comité de Emergencias de la OMS ha decidido que, si bien se trata de una «emergencia de muy alto riesgo» en el país asiático, «aún no se ha convertido en una emergencia sanitaria mundial», según explicó en rueda de prensa el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, director de la Organización.
El jefe de la OMS destacó, asimismo, que, aunque hay transmisión persona a persona en China, por ahora se encuentra limitada a familiares y trabajadores de salud que están en contacto con los infectados. Por otra parte, de momento, no existe evidencia de transmisión persona a persona fuera de China, aunque «no significa que no vaya a suceder», advirtió el director de la organización.
Con todo, de momento, es más lo que se ignora de la enfermedad que aquello que sabemos: «No sabemos de dónde viene, no sabemos qué fácilmente se contagia y tampoco entendemos sus características clínicas o su gravedad», admitió Tedros.
Vía RT en español