Por Rafael Vergara
Preservar los corales de Varadero exige una decisión de fondo: parar el trámite de licenciamiento para dragarlos y como política de Estado decidirse por la vida del ecosistema, proteger de la ambición el interés público y reafirmar el mandato constitucional que obliga a ciudadanos y al Estado a proteger las riquezas naturales y culturales de la Nación (CN art 8).
No educa ni edifica que ANLA, desarchivando un desistimiento del 2014, autorizara un nuevo estudio de impacto ambiental (EIA) con nombre cambiado y la modificación de una licencia ejecutada. El maquillaje al (des) propósito fallido de dragar en Varadero un segundo canal de acceso.
Gracias a una solicitud de la Procuraduría que nos escuchó, Parques Nacionales, que en 2012 se opuso, emitió el CT 20176660005266 de 11/10/17 reconociendo oficialmente que Varadero es un “arrecife de 1,12 km2, de los cuales 0,44 km2 está bien desarrollado y los 0,98 restantes son zona de terraza arrecifal con corales duros dispersos, octocorales y pastos marinos, de gran importancia y diversidad biológica de especies marinas para toda la región”.
Igualmente, que “la cobertura coralina es extremadamente alta con un 45,1% en promedio, llegando a alcanzar valores de hasta el 80% en partes del arrecife, cuando en otros lugares del Caribe colombiano la cobertura viva raramente excede el 25%”. Y también que Varadero “es una despensa local con migración a Barú y áreas protegidas cercanas, presumiéndose su conectividad a través del flujo de organismos”.
Recuerda Parques que en el intento anterior de romper la barrera arrecifal ante la ANLA, Minambiente y la comunidad científica solicitaron un concepto técnico imparcial al gobierno de Holanda y este opinó a favor de la conservación.
Por eso se autorizó profundizar y ampliar el canal de Bocachica adaptándolo para los grandes portacontenedores.
¿Por qué ANLA, con este antecede, autorizó el EIA reviviéndolo como variante del canal de acceso y aceptando la modificación de una licencia ejecutada? Urgente tarea para la Procuraduría, medios y ciudadanos de “solicitar que se compartan los documentos generados en 2012”.
La voz de Parques es concluyente: “un nuevo canal de acceso por Varadero afectaría no solo ecosistemas marino-costeros, en especial los arrecifes coralinos, sino que lo haría en las áreas protegidas por pérdida de conectividad entre ellos, al tiempo que se prevén fuertes incrementos de las presiones por aportes de agua dulce, sedimentos, nutrientes y contaminantes, así como por un traslado de la presión pesquera de las comunidades que actualmente obtienen su sustento del Varadero”. Por lo anterior concluyen no ser viable construir la “variante” del canal.
Hay 25 mil firmantes de Salvemos Varadero, ciudadanos de Cartagena, Colombia y el mundo; en su nombre y el de vida que existe en la bahía, le solicitamos, Presidente, sea magnánimo, suspenda la cruel amenaza de aniquilar este bosque del mar y la política ambiental de Colombia.
*Abogado ambientalista y comunicador.
rvergaran@yahoo.com