“En el tiempo que vive el mundo, donde el fracaso de la ideología de izquierda es parecido un “castillo de naipes que se cae por pedazos” después de la derrota en las elecciones de Cristina Fernández en Argentina en el 2016, del fracaso del modelo de la Revolución Bolivariana en Venezuela, así como los interrogantes de gobernabilidad del presidente Daniel Ortega en Nicaragua, cada que llega al poder –sea un hombre o una mujer-  tras el éxito en las urnas se resume en algo muy simple: llegamos, ahora por donde empezamos”
Este es el análisis académico que desarrolla el libro “Gobierne bien y hágalo saber” de los consultores de comunicación política de Colombia Andrés Lizarralde y Carlos Villota Santacruz, que será presentado este jueves 27 de abril, a partir de las 4:30 p.m, en el Salón de la Constitución, del Capitolio Nacional –uno de los edificios más emblemáticos del país- en el marco de la 22 Asamblea de la Asociación de Latinoamericana de Consultores Políticos ALACOP en la ciudad de Bogotá.
El libro “Gobierne bien y hágalo saber” cuenta con la participación de la directora académica de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, Martha Hernández –de origen colombiano- indicó que “el aporte de la obra, desde la óptica de la investigación, se resume en un lenguaje claro y directo con casos y ejemplos de la comunicación gubernamental en el continente”.
En palabras de Juan Coruel, ex Secretario de la Comunicación Pública de la Provincia de Buenos Aires, el ejercicio de Gobierno debe tener como aliado permanente la comunicación. “La comunicación es mucho más que una disciplina de interés social: es la actividad humana por excelencia. Es la sociedad de la información, la comunicación es un derecho indispensable para el ejercicio pleno de la ciudadanía, un servicio que debe ser resguardado y promovido por el Estado, y un hecho cultural que atraviesa nuestra vida en comunidad. A través de ella, consolidamos la democracia, alentamos la participación ciudadana, facilitamos la rendición de cuentas por parte de los gobernantes, hacemos más accesible los derechos y servicios, y fortalecemos la identidad cultural de los pueblos. La comunicación pública es un ámbito plural, diverso y participativo que permite difundir las políticas públicas e informar sobre ellas, generar campañas de prevención, concientización y promoción de valores, proteger la libertad de expresión y colaborar con el diseño de una visión del pasado, presente y futuro común”.
Si en esta apertura, del libro “Gobierne bien, pero hágalo saber”, nos detuviéramos en cada uno de sus capítulos que lo componen, podríamos caer en el síndrome ¿usted no sabe quién soy yo? De lo que se trata, es que cada lector –de manera individual o colectiva- saque sus conclusiones, contextualice su experiencia personal, profesional y su rol ciudadano, independiente si se encuentra en América Latina, en Estados Unidos o incluso en el Asia, alrededor de la tesis, propuestas y recomendaciones de los autores, en lo que un título en mayúsculas una adecuada comunicación gubernamental e institucional.
La obra cuenta con el prólogo del mexicano David Ross –líder mundial del retrato emocional, quién desde su experiencia profesional aplaude el aporte  académico de Andrés Lizarralde y Carlos Villota Santacruz, al “juego de ajedrez” que significa liderar un Gobierno local, regional nacional, al tiempo que sienta una reflexión sobre la importancia de la imagen sobre quienes hoy recae el liderar los destinos de un municipio, una provincia y un país, que en su opinión debe generar emoción, liderazgo y confianza
Como se observa, ser candidato triunfador en una elección, desembocará con el paso del tiempo en una serie de estadios en la gestión de Gobierno que requerirá investigación, planificación, coordinación, trabajo en equipo, prudencia y por sobre todo una estrategia comunicacional que le den fuerza a los mensajes de la administración pública. De manera puntual, una tarea nada fácil, porque se requiere que todos los funcionarios estén al tanto de los ejes de posicionamiento de la gestión, que se traduce en cuales son los iconos del gobierno quiere comunicar, como quieren ser recordados en la mente de los ciudadanos.
De allí en adelante, la tarea es monumental. No solo hay que darle vida a la propuesta de campaña, sino hacerla viable, sostenible en el tiempo, ubicar a las personas que se encargarán de su implementación, a partir de su experiencia e idoneidad profesional, pero a la vez de su compromiso con el naciente Gobierno, que debe estar apegado al cumplimiento de la ley y de la Constitución.
Con seguridad, cuando usted termine de leer. “Gobierne bien, pero hágalo saber”. Entenderá de una forma más integral y con la posibilidad de ser protagonista desde su rol de ciudadano, que la comunicación de gobierno en el siglo XXI juega un papel crucial para el fortalecimiento y desarrollo del sistema democrático. Así, el objetivo estará cristalizado –ser el puente de reflexión- en la posibilidad que da el voto a alguien de ser candidato, ganar una elección, convertirse en dignatario. De allí en adelante, tiene la misión y responsabilidad de lidera un municipio, una provincia de un país a partir de demostrar sus competencias para el cargo que fue elegido, pero a la vez ganar la simpatía, confianza, credibilidad, preferencia y buena voluntad de los niños, hombres y mujeres frente a su administración o acción congresional.
El libro fue editado por la Casa Editorial Poemía en la ciudad de Cali, cuenta con el respaldo institucional de la Asociación Colombiana de Consultores Políticos ACOPOL, presidida por Luis Duque, la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos liderada por el ecuatoriano Alfredo Dávalos, la XI Cumbre Mundial de Comunicación Política, cuyo presidente es el argentino Daniel Ivoskus y la firma argentina Comunicación Política CP.