Por Javier Contreras A.

Como si fuera una película de ficción, Colombia mantiene una discusión, que en la sana lògica de la democracia y de lo que ello implica, no deberia darse. Lo que estamos presenciando nos guste o no, es el desconocimiento de los resultados electorales del pasado 2 de octubre.

En cualquier pais que se precie de ser democrático, simplemente se habrian respetado los resultados, es decir, habiendo ganado el NO, el acuerdo de paz, Gobierno-Farc inmediatamente habria quedado sin vigencia y ni siquiera estariamos en  una  renegociacion de lo pactado en La Habana. Pero, estamos en el llamado país del “Sagrado Corazón”.

En lo que estamos es, ni más ni menos, que ante el desconocimiento del resultado de la voluntad popular.  Se està desconociendo el triunfo del NO que obtuvo 6.431.376 de votos. Muchos hablan de una victoria pírrica porque la diferencia “apenas” fue de 53.534 votos (el SI obtuvo 6.377.482). Así hubiera sido por un solo voto, el resultado seguiría siendo el mismo, el NO le ganò al SI.

Pero como estamos en la “Banana Republic” nos parece normal y hasta democrático desconocer lo que sucedió en las urnas y nos embarcamos en algo que no se sabe en qué puede terminar. Nos subirmos al barco de la renegociacioón de los acuerdos desconociendo unos resultados electorales. ¿Si hubiera ganado el SI, estariamos renegociando? me temo que no porque, en ese caso, las banderas blancas ondearían con fuerza y se habría pedido el respeto por la voluntad popular (así hubiera sido por un voto). Y está bien que así sea.

No somos un país serio, no respetamos los resultados electorales y nos merecemos la suerte que tenemos.

Lo lamentable, en este caso, es que no sabemos para donde vamos frente a la renegociación. Unos dicen que sí es posible cambiar los textos; otros abren la puerta para hacer ajustes y otros advierten que en definitiva no se pueden hacer modificaciones sino simples cambios en la redacción.

Me abstengo de referirme a las propuestas de los voceros del NO porque creo que todos ya las conocemos: lo que sí creo que vale la pena destacar es que nadie estaba preparado para el resultado del plebiscito. Creo que todos, incluyéndome, creíamos que el SI ganaría por amplio margen (además las encuestas así lo preveía http://www.sincandado.com/2016/09/una-paz-que-divide.html) . De manera que terminó siendo entendible que conocidas las cifras divulgadas por la Registraduría Nacional del Estado Civil nadie sabía que hacer.

Así las cosas, sectores del SI, pidieron reabrir las votaciones en algunos departamentos de la Costa Atlántica donde los ciudadanos no ejercieron su derecho por los efectos derivados por el paso del huracàn Matthew. Desde esa misma orilla se ha pedido, incluso, revisar los votos inválidos (257.000) entre los no marcados (86.000) y los nulos (170.000).

La revista Semana se hizo la siguiente pregunta “¿Cómo es posible que en un tarjetón tan simple, con apenas dos casillas de Sí o No, un cuarto de millón de ciudadanos se hayan equivocado o simplemente no hayan marcado nada consignando votos inocuos?” http://www.semana.com/confidenciales-semanacom/articulo/plebiscito-para-la-paz-los-votos-nulos-determinaron-el-resultado-del-no/496614

En aras de la discusión y de tratar de entender lo inentendible, aceptemos como “válida” la posibillidad de renegociar el acuerdo de La Habana. ¿Hasta dónde será posible llegar a una solucion definitiva que salve el proceso de paz teniendo en cuenta que hay múltiples propuestas? ¿Cuánto se demorará? ¿Se verá afectado ese proceso por los intereses políticos con miras a las elecciones presidenciales de 2018? En fin, esperemos que todo salga bien y que este caso inédito en la historia de Colombia permita una salida a este laberinto en el que nos encontramos.

No podemos deconocer a uno de los principales actores del momento que estamos viviendo: las Farc. En un primer momento y a pesar del resultado adverso del SI, decidieron mantener el cese del fuego y con el paso de los días de incertidumbre van poniendo las ideas en orden. Desde su perspectiva, los acuerdos están vigentes jurídicamente, por lo tanto, propuestas como las modificaciones en temas como los de justicia y participación en política  son  un exabrupto.

 

En ese sentido, el jefe de las Farc alias Timochenko ya fijó su posicion en una entrevista con Caracol Radio: http://caracol.com.co/programa/2016/10/12/6am_hoy_por_hoy/1476274444_806109.html

Independientemente de lo que resulte de las renegociaciones debe quedar claro que nuestra democracía está herida. Se abrió una caja de pandora que no sabemos hasta donde puede llegar porque se desconocieron unos resultados electorales. Quedamos expuestos a que la democracia participativa sea solo un enunciado y no se refleje de verdad la voluntad popular en las urnas.