Contratos con el Estado suman $9.070 millones. Firma ha sido cuestionada por costos y calidad de sus productos. Es proveedor de municipios y cárceles. Su propietario asegura que todo es legal
Dos ordenes de compra, una por $93.084.400 y otra por $79.999.800 emitidas por el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Dapre, para contratar la adquisición, la reposición y dotación de electrodomésticos de hogar para las casas privadas del presidente y la vicepresidente de la República, y cuya supervisión está a cargo de John Erick Valencia Páez, generaron controversia por ir en contra de la directriz del presidente Gustavo Petro de austeridad en el gasto.
Los artículos solicitados se caracterizaron por la excentricidad y alto costo. Como por ejemplo, cuatro juegos de cama de tela de 500 hilos por $8.440.000, cuatro fundas del mismo número de hilos cada una por $646.000, cuatro Duvet de 500 hilos con un costo de $11.560.000, dos plumones de pluma de ganso por $8.158.800.
Y en cuanto a electrodomésticos un televisor Samsung de 85 pulgadas QLED $27.499.900. Además dos televisores de 70 pulgadas UHD 4K $10.857.000 cada uno. También dos cubiertas de Vitroceramica $34.815.00, dos licuadoras de 10 velocidades $1.846.00, entre otros productos, del menaje adquirido.
Compras por el tipo de artículos y valor que incluso generaron la reacción del senador del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, quien criticó la adquisición. Señaló que el presidente no tiene tiempo para hacer compras e indicó que algún funcionario quiso lucirse, “no están cuidando al presidente”, expresó el congresista.
Sin embargo, en el otro extremo de las dos onerosas órdenes de compra está Polyflex, ubicada en la calle 146f con carrera 78 de Bogotá. Una modesta casa ubicada al noroccidente de la capital y proveedor de los productos que generaron polémica.
Y es que Poliflex no está constituida como persona jurídica, detrás de este nombre está Jaime Beltrán Uribe quien como persona natural registró su domicilio comercial en Dosquebradas, Risaralda y aseguró públicamente que todo es legal.
Con un componente adicional, desde el año 2017 a la fecha Beltrán Uribe ha registrado 280 contratos con el Estado por un valor de $9.070.542.712. Una firma que vende una amplia variedad de productos.
De estos, 133 han sido con el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec. El más reciente con esa entidad lo suscribió el pasado 24 de septiembre por $449 millones para suministrar elementos de aseo personal para los internos del Complejo Penitenciario de Alta y Mediana Seguridad en Jamundí, Valle del Cauca.
El kit de aseo se compone de una máquina de afeitar desechable de 3 hojas, dos rollos de papel higiénico, una crema dente al con fluor, un jabón de baño de 120 granos y dos sobres de desodorante y un cepillo de dientes.
Para mujer es el mismo kit pero se incluye dos paquetes de toallas higiénicas. En modalidad de subasta inversa Polyflex ofertó $11.853 por el kit de aseo para hombres y $18.085 para mujeres. Y aunque se presentaron otros ocho oferentes, el elegido como en un centenar de oportunidades fue Beltrán Uribe.
El mismo director de ese penal Guillermo Andrade González había suscrito el 24 de junio un contrato para suministrar 223.200 colchonetas y 24.260 almohadas por $297 millones cada colchoneta se cobró a $223.200 y las almohadas a 24.260
Dos meses atrás el pasado 28 de julio, la misma entidad a través del Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Cali, la directora encargada Mireida Mina Carabali adjudicó a Polyflex el contrato de suministro de elementos de aseo para los reclusos.
A diferencia de la cárcel de Jamundí, no se estipuló un kit si no artículos individuales. 39.602 máquinas de afeitar, cepillos de dientes, jabón de tocador cremas de dientes con flúor, 79.204 sobres de desodorantes y la misma cantidad de rollos de papel higiénico. El total fue $398 millones.
Lo propio sucedió el pasado 8 de junio con otro establecimiento de reclusión del instituto carcelario. El mismo proveedor suscribió otro contrato con Inpec, esta vez para suministrar ya no Duvets y plumones de pluma de ganso, si no sábanas, sobresábanas y almohadas para los internos del Complejo Penitenciario de Picaleña en Ibagué, Tolima.
El director de dicho establecimiento de reclusión, Miguel Ángel Rodríguez Londoño que adquirió 6.000 juegos de sábanas de 1.35 x 2.20 cm mitad poliéster y mitad algodón por un valor de $244 millones y 4.159 almohadas por $75 millones para un total de $319 millones. A Polyflex también se le adjudicó el contrato de suministro de 3.379 colchonetas de 13 centímetros de espesor por $404 millones.
Pero Beltrán Uribe, el proveedor de la lencería de cama de lujo de la Casa de Nariño y de los dentríficos y colchonetas de las personas en prisión, también suministra los vehículos o moto carros que sustituyen los maltratados caballos conocidos como tracción a sangre.
Con el municipio de La Virginia, Risaralda suscribió el pasado 2 de junio de un contrato para suministrar 18 moto carros por $315’298.970. Además con la administración de Cartago, Valle, suscribió otro para entregar 10 moto carros por $156 millones y lo mismo sucedió con Pereira en el que suscribió uno de características similares por $200 millones.
Al respecto de las adquisiciones, Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia indicó: “Amoblar las casas privadas es un deber del DAPRE luego de previas solicitudes de los jefes administrativos de cada casa y todas las compras como en este caso se hacen a través de la tienda virtual de Colombia Compra Eficiente, un mecanismo transparente”
Aunque Jaime Beltrán Uribe se inscribió como comerciante el 25 de septiembre de 1995, parece ser el proveedor preferido en las cárceles del país, en algunos municipios y en Casa de Nariño.
Vía Api agencia de periodismo investigativo