A menos de cumplir 24 horas de cumplir el primer mes del Paro Nacional en Colombia, que ha significado la presencia de una alta violencia, traducida en un ataque sistemático a la economía, la seguridad alimentaria y la infraestructura del transporte público (Cali, Medellín y Bogotá) la estrategia es desestabilizar en el país
Esta estrategia se origina desde el exterior, con una alta influencia de Venezuela, que busca a través de “la guerra silenciosa” a su vecino geográfico y fronterizo, apunta generar liderazgo, gobernabilidad y activar una economía, con más de dos dígitos de inflación y la más alta migración de sus habitantes, en el siglo XXI.
En opinión de militares retirados consultados por POLITIKA, los últimos hechos de orden público en Colombia, ha sido objeto de un amplio análisis desde el punto de vista geoestratégico.
“Es un Plan regional de la toma del poder por parte de la izquierda, después de 20 años por parte de los ex presidentes de Brasil Lula Da Silva, Evo Morales de Bolivia y Rafael Correa en Ecuador. Este plan se instrumentalizó en 1919 en Chile, en el preámbulo de la pandemia. En Chile, está en marcha una Asamblea Constituyente, donde los comunistas buscan acaparar el manejo de la opinión pública”
Este escenario, se replica en el Perú, el profesor Pedro Castillo en cabeza la estrategia de la izquierda de llegar al poder, patrocinado por el Foro de Sao Pablo. “Hay una mezcla de la revolución bolivariana, acompañada con una violencia urbana. La calle, es la esencia de esta tendencia”.
En el caso de Colombia, la verdadera batalla se adelanta a través de redes sociales. “Se cambió el video agresivo por el twitter, Instagram y Facebook. El primer paso, es neutralizar a la policía. Su tesis, es defender los derechos de las minorías, para evitar un consenso general sobre los grandes problemas del país”
Adicionalmente, se abre paso la figura de mini autonomías de territorios que se ha registrado en Ecuador y que se exportado en Colombia, en departamentos como el Cauca y Nariño, donde los indígenas, tienen su propia justicia y se apartan de la institucionalidad del Estado, al que critican a la primera oportunidad y lo tildan como ausente de garantías para su comunidad.
Desde 1948, Colombia fue elevada como “la joya de la corona” para los comunistas. Para no ir más lejos, el país ha tenido por momentos de su historia 7 grupos al margen de la ley, al que se suma intereses políticos y la presencia sistemática del narcotráfico. “En este primer trimestre de 2021, se han incautado más de 140 de toneladas”.
En opinión de varios sectores de la sociedad colombiana consultados por POLITIKA, la situación social en el país, no solo se agudizó por la pandemia, sino por el anuncio del Gobierno del presidente Iván Duque, se fortalecer la fumigación contra los cultivos ilícitos. “de allí, la teoría de las fronteras calientes”.
En esencia, en la tercera década del siglo XXI, Colombia es objeto de un ataque sistemático del comunismo, a partir de un una “ciberguerra” y la posibilidad de una guerra civil. “Se han presentado los primeros síntomas de esta tendencia, en la ciudad de Cali, que hace parte también, de la influencia del Foro de Sao Pablo.
Lo que viene, es que el Comité del Paro busca a como dé lugar, alargar este escenario de convulsión económica y social. Por ello, solicitan que las Fuerzas Militares se desarmen, para llevarnos a una “guerra en las calles, donde el comunismo, busca tener encerrados a los ciudadanos.
“Hay hombres mujeres desde el seno del Foro de Sao Pablo, que tinen como objetivo llegar al poder, a toda costa. A sangre y fuego. En medio de una guerra civil. Ese escenario, sería un salto al vacío para el país, como le sucedió a su vecino Venezuela, en el año 2014”.