Descubriendo la tierra de mis antepasados Libaneses.

Por : Jalima Arsanios Troncoso

Hace 4 años pisé por primera vez tierras Libanesas y en especial una villa (pueblo) en la Región del Batroun, llamada KOUR, ubicada en las montañas del Líbano desde donde partió mi abuelo THANIOS YOUSSEF ARSANIOS más conocido como DON ANTONIO O BALLE. El Líbano soportó el dominio del Imperio Otomano, turco, desde el siglo XVI hasta el final de la Primera Guerra Mundial,1918, año en el cual se convirtió en protectorado francés, hasta 1943. Durante el dominio turco, la opresión fue tal, que provocó una masiva emigración de ciudadanos libaneses, quienes al llegar a distintos países, particularmente a Colombia, erradamente eran llamados turcos por ser portadores de pasaportes de esa nacionalidad. En el año de 1928, cuando tanto el Líbano como Siria se encontraban bajo el dominio francés y los estragos de la guerra se hacían sentir en todo el Cercano Oriente, la política y la economía del país pasaban por un momento crítico, escaseaban los alimentos en medio de un agudo desempleo, de modo que eran escasas las oportunidades para ganarse el sustento familiar. En esta difícil coyuntura, mi abuelo optó por emigrar en busca de un futuro mejor, cometido que emprendió en compañía de sus amigos, entre los cuales se encontraban los apellidos Chadid, Turbay, Chedraui y Lahoud. Al emigrar, mi abuelo dejó en el Líbano a su esposa HALIME SARKIS, con cuatro hijas y un hijo de dos años.

Como hijo y hombre de la casa, mi padre ARSANIOS ANTONIO ARSANIOS, a los 22 años de edad y después de 20 años de haber emigrado mi abuelo THANIOS, apoya a su madre HALIME en el deseo de reencontrarse con su esposo y observando desde lo alto de la montaña el Mediterráneo viaja en búsqueda de su padre, dejando su pueblo, sus amigos, sus 4 hermanas, su familia, y ante todo su huella inolvidable como hombre cristiano- maronita, líder, honesto y ejemplar para todas las generaciones y los alrededores de su pueblo.

Llegó a Cartagena el 9 de abril de 1948 y se reúne con mi abuelo, el cual vivía en San Juan de Betulia Sucre, en la casa de zinc al frente de la Placita de la Cruz .

El 26 de diciembre de 1953 se casó con mi madre Gloria Troncoso, quien se desempeñaba como docente en el Colegio de Betulia (foto en archivo).

Durante años trabajaron mi papá y mi abuelo siendo un apoyo económico para sus hermanas y familia en el Líbano, que en ese momento se encontraba en plena guerra civil. Kour había sido ocupado por los sirios y nuestras tías y familia vivieron refugiados aproximadamente 15 años en un pueblo ubicado también en las montañas llamado Ghazir. La mayoría de los hombres quedaron combatiendo en el pueblo y sus alrededores, por lo que la comunicación era casi imposible.

En septiembre de 1966 Georgina, la esposa de Don Alejandro Hadad visitó a mi papá para expresarle el deseo de su esposo, poco antes de morir, de que «Si algunas vez piensas vender la casa, el primero en saberlo debe ser Arsanios» y así sucedió, mi papá y mi mamá la compraron y a partir de ese momento se inicia la historia de la familia Arsanios Troncoso en Corozal.

Mi abuelo, mi abuela y mi padre fallecieron y fueron enterrados en Coroza Sucre,l sin volver a su tierra natal, pero hoy somos sus hijas/o y nietos quienes estamos conociendo esa tierra hermosa con paisajes inolvidables y contrastes entre la montaña y el Mar Mediterráneo que ofrecen atardeceres en verano a las 9:00 pm y amaneceres a las 4:00 am, calles cargadas de frutas que se pueden comer libremente y terrazas con parras. Una región de rica historia, probablemente una de las más antiguas del mundo, EL BATROUN, está ubicada a 10 minutos de Kour, fue fundada por los fenicios quienes, como todos sabemos, fueron promotores de una gran cultura de paz y desarrollo, con una visión amplia, mente abierta y habilidades políticas y diplomáticas, siempre ha sido un pueblo creador de conocimientos difundidos por todo el mundo. Esta es nuestra esencia, es parte de nuestra sangre, es el legado que nos dejaron nuestros seres amados.

Hay mucho que contar, esta historia continuará.