Por Henry Amorocho Moreno
Al gobierno nacional, no lo ayudan los indicadores macroeconómicos del desempleo cercano al 10 % de la Población económicamente activa; y del 1.1% de crecimiento del PIB del primer trimestre de 2017. Cifra esta última que constituye el comportamiento más bajo del PIB en los últimos 8 años. Igualmente, la industria se ancló en un nimio crecimiento de 0.3%; y las posibilidades de que Colombia crezca en 2017 al 2%, cada vez parecen más Remotas; lo cual desde luego atiza, el hasta ahora incontenible proceso de desaceleración económica Colombiana, de los últimos 3 años.
Ahora bien, lograr caminos de recuperación del aparato productivo, implica tomar medidas más exigentes, en materia de bajar la tasa de intervención del Banco de la república, aumento de recaudo por activos omitidos y pasivos inexistentes de ciudadanos nacionales con capitales en el exterior sin normalizar; reglamentar más del 80% de la reforma tributaria estructural de 2016; Solucionar jurídicamente la aplazada ejecución de las vías 4G, dinamizar el próximo trimestre, la efectiva ejecución de los recursos de obra pública y del Sistema general de regalías.
Por otra parte, al Ministro de Hacienda; no le ha ido bien como Gerente, y mucho menos como profeta; Puesto que a principios de año anunció que en Colombia había pasado ya lo peor en materia económica para el País; y lo que sucedió fué que el Doctor Cárdenas nuevamente quedó mal dateado, pues el bajo crecimiento del PIB del primer trimestre de 2017; no es un hueso fácil de roer, ya que requiere mayor productividad del estado, mejoras sustanciales en la gestión tributaria, y en la inspección y vigilancia de la DIAN; y la financiación efectiva del postconflicto.
Así también de igual manera, se requiere un Control fiscal y disciplinario, menos político y protagónico; de menos impacto mediático y farandulero; y más comprometido con resultados que enaltezcan la verdad en los distintos líderes, que conforman el estado central Colombiano.
Asi las cosas, Colombia debe dejar de transitar por la ruta regresiva del cangrejo; que camina un paso adelante, y retrocede dos pasos hacia atrás; Para así luego transitar, por el sendero del salto de liebre; que en vez de caminar, acude a saltos; donde lo social, la recuperación de la industria, la financiación del posconflicto, la gestión tributaria, y la dinámica de la Inversión pública, entre otros; son factores que manejados de manera efectiva, producirían en el corto y mediano plazo, el más dulce sabor del crecimiento y el desarrollo económico..