Familiares dicen que realizan procedimiento sin tener resultados de la prueba

Los cuestionamientos hechos por familias sobre la disposición final de los cuerpos de pacientes que han fallecido sin haber sido diagnosticados con COVID-19 abrió nuevamente el debate sobre la forma como se está procediendo en estos casos.

Estas familias critican que las clínicas no hayan esperado los resultados de las pruebas para decidir sobre la cremación de los cuerpos y sobre “el derecho de los parientes” de despedirse del fallecido.

Para estos casos, el Ministerio de Salud ha establecido un protocolo que debe ser cumplido a cabalidad. Una de las medidas es la cremación de los cuerpos de pacientes que a la hora de fallecer sean sospechosos o confirmados con COVID-19.

Los casos. Uno de los casos corresponde a un menor de cuatro años que falleció el pasado lunes, a las 7:30 p.m., en la Clínica La Asunción y que fue cremado. Su madre, Yasiris Trespalacios Meneses, aseguró que el procedimiento se realizó sin su autorización.

La mujer explicó que inicialmente llevó al menor a la EPS Sanitas para que un médico lo atendiera. De allí, debido a la condición de salud del menor, fue remitido en horas de la tarde a la Clínica La Asunción, donde fue recluido en una unidad de cuidados intensivos.

Estando en UCI el menor sufrió tres paros cardiacos que lo llevaron a la muerte. La madre del pequeño aseguró que antes del episodio le tomaron las pruebas para determinar si era portador del virus.

Yasiris Trespalacios señaló que el médico que atendió al menor escribió en la historia clínica que se trataba de un posible caso de COVID-19 y que debía ser cremado “de manera inmediata”, por razones sanitarias.

“Yo le pedí encarecidamente que esperáramos los resultados de la prueba porque al niño se le hizo el lunes en la mañana y llegaban a las 48 horas”, aseguró.

Finalmente, el resultado, que llegó el miércoles a las 9:00 a.m., determinaba que el pequeño era negativo para coronavirus.

“Me dijeron que llamara a la funeraria para ver si me dejaban enterrar a mi bebé o por lo menos verlo, pero ya era muy tarde porque el cuerpo había sido cremado la misma noche que murió”, relató la mujer.

Trespalacios aseguró que tomará acciones legales contra la clínica ya que “cremaron el bebé sin mi consentimiento y sin esperar los resultados”.

Indicó que con la denuncia busca que las autoridades tomen cartas en el asunto, para que no se repitan estos casos.

Otra caso que conoció EL HERALDO fue el de una mujer de 86 años que falleció este miércoles en la Clínica Murillo tras ingresar por un cuadro respiratorio el lunes.

Xenia Bertel explicó que su tía Blanca venía padeciendo, desde hace 10 años, de insuficiencia respiratoria, producto de cocinar con leña. Aseguró que al ser llevada a la urgencia los médicos trataron a la fallecida como un supuesto caso de COVID-19 y así mismo lo registraron en el acta de defunción.

Bertel señaló que su familia no quiso firmar el documento porque querían cremar el cuerpo sin esperar los resultados que, según los médicos, los entregaban entre 5 y 7 días.

Cuestionó que estén tratando el caso como posible coronavirus, pero no le han practicado la prueba a una de sus hijas, que tuvo acercamiento durante los días que estuvo hospitalizada.

La semana pasada en una funeraria de Barranquilla se cremó el cuerpo de una mujer wayuú de 30 años que ingresó de urgencias a la Clínica de Norte, por un cáncer linfático que padecía desde hace años. Sus familiares protestaron porque nadie les consultó el procedimiento de disposición final.S

Según la historia clínica y epicrisis, la paciente tenía dificultades respiratorias por lo que le aplicaron la prueba de covid. Los familiares se indignaron porque inmediatamente falleció, la clínica procedió a cremarla sin conocer los resultados.

Reconocidos líderes del pueblo wayuú pidieron aplicar enfoque diferencial en caso de personas indígenas fallecidas.

El magistrado del Consejo Nacional Electoral, el guajiro Jaime Luis Lacouture, expresó en su cuenta en Twitter lo que muchas familias están denunciando sobre el particular: «Están cremando a la gente, aún sin tener la certeza o confirmación de estar contagiados con coronovirus«.

También está  el testimonio de Vanessa Osorio. Cuenta que el pasado primero de mayo a las 4 y 30 de la mañana su padre, Juan Carlos Osorio, se levantó con ahogos «pero no por falta de respiración sino por eructos». Antes de llegar a la Clínica Crecer le hicieron unas vaporizaciones con eucalipto y asegura que llegó bien a ese centro médico: «Mi papá llegó bien, llegó hablando. A los minutos lo metieron en un cuarto y desde allí no supimos más nada de él sino hasta las 6 y 30 de la mañana cuando nos dijeron que mi papá había fallecido de un paro respiratorio. Para ellos mi papá era un paciente covid«.

Cinco días antes la EPS le hizo a su abuela Sofía de 79 años una prueba para covid y salió negativa, «además mi papá no salía para nada de la casa y su único problema era una bronconeumonía de hace años que se le había silenciado porque se la tratamos a tiempo«.

La joven relata que rogaron por verlo «y no nos dejaron porque supuestamente era un paciente con covid». A la 1 de la tarde la llamaron de la clínica para informarle que el cuerpo lo iba a recoger la funeraria Los Olivos para cremarlo, «sin querer nos tocó hacer la cremación porque ellos insistían en que mi papá era un paciente covid«.

El lunes a las 10 de la mañana «nos llamaron del Dadis a informarnos que mi papá efectivamente no era positivo para covid y en la epicrisis dice que mi papá no colaboró para hacerse los procedimientos. Para la Clínica Crecer mi papá falleció de Covid aunque la prueba halla salido negativa«, concluyó la hija del fallecido, quien comentó que por la cremación pagó 4 millones quinientos mil pesos.

El portal cartagenero ‘Otra visión’, registró el caso de una mujer de 84 años que ingresó a la Clínica El Bosque por una falla cardíaca e insuficiencia renal. Falleció el pasado 15 de mayo y en la epicrisis se reporta como «sospechosa de covid». Le hicieron la prueba y salió negativa. Cuentan sus familiares que no hubo una post mortem de confirmación y aún así la iban a cremar. Lo impidieron.

Este mismo portal reportó otro caso más reciente pero en la clínica Cartagena del Mar. Se trata de un hombre de 37 años que entró por urgencias y fue diagnosticado con neumonía. Le practicaron la prueba y salió negativa. Murió por un infarto a los cuatro días de su internación. Según sus familiares, que no pudieron verlo desde su ingreso, al paciente se le dio tratamiento como fallecido covid sin serlo. No obstante, en la epicrisis se reportó su deceso por paro cardiorrespiratorio. Directivas del centro asistencial les informaron que por disposición del gobierno nacional sería cremado. Sus parientes aseguraron que les tocó pagar siete millones de pesos por el proceso.

Otro caso corresponde al de un menor de cuatro años que falleció el lunes 11 de mayo en la Clínica La Asunción, en Barranquilla. Le tomaron las pruebas para determinar si era portador del virus y salieron negativas. Aún así se ordenó su cremación, según la madre, sin su autorización. Suplicó esperar los resultados para tomar una decisión, pero la respuesta fue que debía ser cremado «de manera inmediata», por razones sanitarias.

Al respecto, a través de un comunicado el centro asistencial lamentó la muerte del niño y dio detalles sobre su manejo médico, esto para aclarar los rumores generados en torno al caso. El remitido contiene varios puntos importantes que llaman la atención.

Uno de ellos explica que ante la sospecha de infección de «SARS-COV-2 (COVID – 19) se procede según la guía del ministerio de Salud ‘Orientaciones para el manejo, traslado y disposición final de cadáveres’, el cual debe ser entregado antes de las 24 horas de fallecido a la funeraria que dispongan sus familiares para su disposición final».

El último punto de la comunicación indica que pasadas las 48 horas posteriores al fallecimiento del menor, se recibió el resultado PCR negativo. Y concluye con una premisa clave: «Cabe anotar que un resultado negativo no descarta la sospecha de la enfermedad». Se podría concluir que, independiente del diagnóstico, los cadáveres siempre serán cremados.

Manejo de fallecido por COVID-19. El Ministerio de Salud y Protección Social emitió una guía que deben seguir las instituciones prestadoras de servicios de salud, las autoridades competentes del orden nacional, autoridades judiciales, ciencias forenses, servicios funerarios y cementerios frente al manejo seguro, transporte de cuerpos de fallecidos por COVID-19 o sospechosos.

En el documento el Ministerio explicó que la disposición final de cadáveres de personas fallecidas por el virus se hará “preferiblemente” por cremación. Cuando no se cuente con instalaciones para este procedimiento, en el territorio donde ocurrió el deceso, o si la disponibilidad del procedimiento no está al alcance económico de las personas, se hará inhumación en sepultura o bóveda individualizada.

La cartera de Salud dijo que el alistamiento del cadáver se realizará siempre en el lugar del deceso y no se permitirá el traslado hacia otra ciudad o municipio para su disposición final, salvo en las áreas metropolitanas y entre municipios vecinos cuando no existan servicios locales para la disposición final, y siempre y cuando el servicio funerario garantice condiciones seguras de traslado y se cuente con la autorización del municipio receptor.

En el documento se estipuló que el transporte, la cremación o inhumación, según sea el caso, deberá efectuarse en el menor tiempo posible, con el fin de prevenir la exposición de los trabajadores y comunidad general al virus.

<Fuentes consultadas El Herraldo y El Portal La Chiva.co de cartagena