El encuentro de los jefes de estado y gobierno en la Cumbre del Clima (COP21) en París enmarca la continuación del posicionamiento del tema del cuidado del medio ambiente en la agenda internacional. Para algunos, es la perfecta oportunidad de hacer una continuación o profundización del Protocolo de Kioto y llamar al compromiso de las partes. No obstante, los lindos discursos no siempre encuentran la materialización y es particularmente preocupante cuando los mayores productores del mundo y emisores de C02 no ratifican obligaciones vinculantes.
La ONU
Ban Ki-moon, Secretario General de Naciones Unidas, inició la apertura de esta reunión de líderes mundiales, posterior a un minuto de silencio por 13N, resaltando su rol en el futuro de las próximas generaciones. Afirmó «estamos aquí para escribir el guión de un futuro mejor para el planeta, un nuevo futuro de esperanza, seguridad y dignidad para todos».
Después de los Objetivos del Milenio, que tenían como fecha límite 2015, las Naciones Unidas se han focalizado en el desarrollo sostenible, y en generar compromisos certeros y vinculantes que permitan tener un verdadero impacto en el ambiente, descarbonizando la economía mundial, reduciendo emisiones de C02 y evitando un aumento de la termperatura global para el final del siglo en 2%.
Por tal motivo, hizo un llamado para un acuerdo contudente, universal y ambicioso que permita el desarrollo económico, y la consolidación de tecnologías pro ambiente, que además permitan un modelo «solidario con los más vulnerables y con compromisos de adaptación para los países en desarrollo».
Su mensaje se centró en la posibilidad de realizar un verdadero cambio y mitigar los impactos de la era atroposcénica, como la llaman algunos científicos, la cual ha causado más afectaciones en unos pocos años que en siglos de la existencia humano. Sostuvo que «el futuro del planeta depende de ustedes, no nos podemos permitir la indecisión, estamos llamados a la transformación de nuestro modelo de desarrollo, la transición ya ha empezado pero necesitamos su ayuda y su visión para acelerarlo».
Esta estrategia del Presidente tuvo como resultado el apoyo de países europeos desarrollados en asistencia. En este sentido, el Reino Unido, Noruega y Alemania donarán $100 millones USD a Colombia para adelantar proyectos en contra de la desforestación en la Amazonía, causada por la agricultura, cultivos ilícitos y minería criminal.
Al respecto, Gabriel Vallejo, Ministro de Ambiente, alegó que «los beneficios de la paz se empiezan a ver y se verán cada vez más en términos ambientales, en acciones concretas, como estos recursos que se van a llevar a esas zonas del territorio donde hay una gran degradación». Agregó que además se recibirán ayudas de $200 millones USD a través de un convenio que se firmará la próxima semana.
Putin: acuerdos vinculantes
Rusia ha sido el ejemplo para países desarrollados en temas de medio ambiente, y es que fue de los primeros en efectivamente generar programas de conservación y de eficiencia energética, logrando la reducción eficiente de gases de efecto invernadero.
En su intervención recalcó el logro de su país en la disminución de emisiones dañinas al medio ambiente en 70% desde 1990 a 2013, evitando emitir 40.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Resaltó que este logro se obtuvo incluso duplicando la producción del país, de su Producto Interno Bruto, es decir, implementando medidas económicamente eficientes pero sostenibles ambientalmente, logrando retrasar el calentamiento global en un año.
No obstante, el mensaje más importante de Putin fue el de promulgar un acuerdo jurídicamente vinculante para la protección del clima, continuando lo iniciado con el Protocolo de Kioto. Esta, una declaración particularmente interesante teniendo en cuenta que los mayores emisores de C02 no han ratificado este tratado. No obsntante, se mostró optimista afirmado que»gracias a nuestros esfuerzos colectivos, creo que lograremos un nuevo acuerdo que se inscriba en la continuación del Protocolo de Kioto».
Los mayores emisores del planeta son EE.UU. y China, países que a pesar de su responsabilidad en el cambio climático se rehusaron a ratificar el Protocolo de Kioto.
En este sentido, fue un hito el encuentro que tuvo Obama a inicios de la jornada con su homólogo Xi Jinping de China, con el objetivo de generar una alianza que permita a ambos países participar en metas ambientales que afectan a todo el plantea. Afirmó que «ninguna nación, rica o pobre, grande o pequeña, es inmune a lo que eso significa», refiriéndose a los efectos del cambio climático.
De esta manera, la participación de Obama fue esperanzadora, debido a su mensaje de responsabilidad. «He venido aquí personalmente para decir que EE.UU. no solo reconoce su papel en la creación de este problema, sino que asume su responsabilidad de hacer algo».
El Presidente de EE.UU. se manifestó a favor de un acuerdo vinculante y ambicioso. Existe la esperanza y ojalá la historia de EE.UU., el cual a pesar de haber promovido acuerdos como el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Estatuto de Roma para no ratificarlo, no vuelva a suceder.