La situación es desesperante  Los líderes del comité cívico por la dignidad del choco expresaron su malestar y descontento al Vicepresidente Oscar Naranjo durante su visita a ese departamento.

Dilon Martínez, vocero del comité, expresó que el Gobierno “cree que nosotros estamos condenados a vivir en la miseria” y solicitó que se cumplan los 10 acuerdos pactados en 2016, que según estaban consignados les permitirían vivir con mejores y más dignas condiciones a los habitantes del departamento.

Según el dirigente Según Martínez, el incumplimiento de los acuerdos se ha dado “por falta de voluntad política de este gobierno, que nos sigue discriminando, que nos ignora, que nos desprecia por esta piel negra que llevamos con orgullo”.

Entre los puntos reclaman  el respeto por el territorio, la independencia administrativa y el empleo, ya que el Chocó, con 10.7 %, sigue teniendo una de las cifras más altas de desempleo.

Solicitan la construcción y arreglo de vías que conectan su región con Medellín y Pereira: igualmente construcción se sitios de recreación y deporte para los niños.

La comunidad chocoana además exige la garantía al acceso a servicios públicos. Varios municipios no cuentan con acueducto y no tienen acceso al servicio de agua potable. La calidad del servicio de energía y el costo de este tampoco favorece.

La situación de orden público,  sí que tiene agobiada a esta zona del país, pues varias personas han sido víctimas de extorsiones, desplazamiento y secuestros.

El vicepresidente Naranjo anunció que regresará en mes y medio días al departamento para “avanzar en soluciones concretas y producir resultados específicos de los puntos pactadas, se acordaron reuniones en Bogotá y Quibdó con instancias del Gobierno Nacional”.

Sin embargo los miembros del comité cívico mantuvieron su postura de continuar con el paro: instalarán un cabildo abierto en el Parque Centenario y frenarán todas las actividades laborales en el sector público y privado.

El año pasado en agosto  por los mismos motivos, los chocoanos mantuvieron marchas de protesta por una semana y solo se detuvieron cuando se logró  realizar una negociación con miembros del Gobierno.