Los nuevos gravámenes afectan a productos como pollo, trigo, maíz y soja, mientras Pekín responde a los aranceles estadounidenses y rechaza las acusaciones sobre el fentanilo.
Este lunes, China implementó nuevos aranceles sobre productos agrícolas estadounidenses, en una medida que marca una nueva escalada en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. Los gravámenes, que afectan a productos como pollo, trigo, maíz, soja y carne, son una respuesta directa a los aranceles adicionales impuestos por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump.
Según el Ministerio de Comercio de China, los nuevos aranceles incluyen una tasa del 15 % para productos como pollo, trigo, maíz y algodón, mientras que la soja, carne de cerdo, carne de vacuno, productos acuáticos, frutas, lácteos, verduras y sorgo estarán sujetos a un 10 %. Esta decisión amplía la lista de productos agropecuarios afectados por las tensiones comerciales entre ambos países.
Respuesta de China a las acusaciones de EE.UU.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, defendió las medidas y aseguró que la situación comercial actual es resultado de las dinámicas del mercado y no de una intención deliberada de Pekín de generar un déficit comercial en Estados Unidos. “La situación es consecuencia de las leyes del mercado y de las estructuras económicas de ambos países. Pero Estados Unidos también se ha beneficiado enormemente de su comercio con China”, afirmó en una rueda de prensa.
Mao Ning destacó que el comercio con China ha permitido a Estados Unidos importar productos de calidad a menor costo, beneficiando a los consumidores y fomentando la creación de empleos en sectores como el transporte, el comercio electrónico y las ventas minoristas. Sin embargo, advirtió que “quienes lanzan una guerra comercial acaban haciéndose daño a sí mismos” y urgió a Washington a “aprender lecciones y cambiar su actitud”.
La administración de Donald Trump justificó los aranceles adicionales a China por la supuesta falta de acciones de Pekín para frenar la entrada de fentanilo, un opioide sintético altamente adictivo, en Estados Unidos. Sin embargo, China ha rechazado estas acusaciones, calificándolas como un “pretexto”. Mao Ning recordó que “la política antidrogas de China es una de las más estrictas del mundo” y consideró injustificadas las críticas de Washington.
Impacto en el comercio agropecuario
China ha sido históricamente uno de los principales destinos de las exportaciones agropecuarias de Estados Unidos. Sin embargo, las tensiones comerciales han reducido gradualmente la cuota de mercado estadounidense en el país asiático, favoreciendo a otros proveedores como Brasil y Ucrania.
En 2024, China importó 13,76 millones de toneladas de maíz, de las cuales solo 2,07 millones procedieron de Estados Unidos, según datos del portal especializado China Grain. Aunque en el pasado el país norteamericano fue el principal proveedor de maíz para China, su participación en el mercado ha disminuido en favor de Brasil y Ucrania.
En el caso del trigo, China importó el año pasado 1,90 millones de toneladas de grano estadounidense, lo que representó aproximadamente el 17,3 % del total de sus importaciones de este cereal. La diversificación de proveedores ha reducido la dependencia de China de los productos agrícolas estadounidenses, especialmente en productos clave como la soja.
Las nuevas tarifas se suman a una serie de medidas tomadas por Pekín en los últimos meses en respuesta a las políticas comerciales de la administración Trump. En febrero, China ya había impuesto gravámenes de entre 10 % y 15 % a otros productos estadounidenses y estableció controles a las exportaciones de minerales estratégicos.
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