El decreto, por lo tanto, se presenta como una medida excepcional destinada a respaldar la competitividad de la confección y el calzado en un contexto de «presiones internacionales y de escasez interna de insumos».
El Gobierno Nacional presentó un borrador de decreto que modifica parcialmente el Arancel de Aduanas para las importaciones de insumos y materias primas destinadas al sector de confecciones y calzado. La medida fue anunciada por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y está respaldada en las facultades constitucionales del Presidente, Gustavo Petro.
La norma establece que el arancel será de 0% únicamente para diez subpartidas específicas provenientes de países sin acuerdos comerciales vigentes con Colombia. De esta manera, se busca mantener la coherencia con los tratados internacionales que ya ofrecen condiciones preferenciales.
El Ministerio de Comercio propuso que adelantará verificaciones periódicas sobre la capacidad de producción nacional, con el fin de evaluar si la medida debe mantenerse, prorrogarse o modificarse. Se pretende garantizar un balance entre competitividad y protección a la industria local.
El decreto se enmarca en la política de reindustrialización, que pretende cerrar brechas de productividad y fortalecer los encadenamientos productivos.
De acuerdo con el ministerio, para la medida se contempló que el sector textil y de confecciones tiene un rol estratégico en la generación de empleo formal, especialmente para mujeres y jóvenes, y contribuye a la diversificación de la economía.
Se señaló que durante 2024, este sector ocupó a cerca de 490.000 personas, equivalente a 2,1% de la población ocupada del país. La confección de prendas de vestir fue la actividad predominante, con 406.000 trabajadores, seguida de la confección de artículos textiles con 17.000 empleos.
Así las cosas, el documento señala que, pese a la existencia de producción nacional en las subpartidas incluidas, la demanda ha superado la oferta local debido al ingreso masivo de bienes finales importados a bajo costo, tales como los que ofrecen plataformas como Shein y Temu. Esto ha generado presiones en el suministro interno y afectado la disponibilidad de insumos.
Finalmente, la disposición enfatiza que la reducción temporal de aranceles constituye una herramienta para reducir costos de producción, mitigar riesgos de pérdida de mercado y promover la estabilidad laboral.
El decreto, por lo tanto, se presenta como una medida excepcional destinada a respaldar la competitividad de la confección y el calzado en un contexto de «presiones internacionales y de escasez interna de insumos».
Asimismo, se lee que «el presente decreto entra a regir a los quince (15) días comunes siguientes de la fecha de su publicación en el Diario Oficial y modifica parcialmente el artículo 1° del Decreto 1881 de 2021 o las normas que lo adicionen, aclaren, deroguen o modifiquen»
El decreto se enmarca en la política de reindustrialización, que pretende cerrar brechas de productividad y fortalecer los encadenamientos productivos.
De acuerdo con el ministerio, para la medida se contempló que el sector textil y de confecciones tiene un rol estratégico en la generación de empleo formal, especialmente para mujeres y jóvenes, y contribuye a la diversificación de la economía.
Se señaló que durante 2024, este sector ocupó a cerca de 490.000 personas, equivalente a 2,1% de la población ocupada del país. La confección de prendas de vestir fue la actividad predominante, con 406.000 trabajadores, seguida de la confección de artículos textiles con 17.000 empleos.
Así las cosas, el documento señala que, pese a la existencia de producción nacional en las subpartidas incluidas, la demanda ha superado la oferta local debido al ingreso masivo de bienes finales importados a bajo costo, tales como los que ofrecen plataformas como Shein y Temu. Esto ha generado presiones en el suministro interno y afectado la disponibilidad de insumos.
Finalmente, la disposición enfatiza que la reducción temporal de aranceles constituye una herramienta para reducir costos de producción, mitigar riesgos de pérdida de mercado y promover la estabilidad laboral.
El decreto, por lo tanto, se presenta como una medida excepcional destinada a respaldar la competitividad de la confección y el calzado en un contexto de «presiones internacionales y de escasez interna de insumos».
Asimismo, se lee que «el presente decreto entra a regir a los quince (15) días comunes siguientes de la fecha de su publicación en el Diario Oficial y modifica parcialmente el artículo 1° del Decreto 1881 de 2021 o las normas que lo adicionen, aclaren, deroguen o modifiquen»
Los motivos de la medida
Según se informó desde la cartera comercial, la reducción arancelaria aplicada a ciertos insumos del sector de confecciones y calzado responde a la necesidad de enfrentar un escenario de desabastecimiento generado por tensiones en el comercio internacional.
Se argumentó que la concentración de la oferta en pocos mercados externos y la creciente demanda interna han creado riesgos en la disponibilidad de materias primas estratégicas para esta cadena productiva.
Otro factor determinante es la existencia de amplios diferenciales de costos frente a los productos terminados importados. Elementos como economías de escala en países competidores, subsidios a la producción, menores exigencias regulatorias en lo ambiental y lo laboral, así como prácticas de comercialización agresivas, habían puesto a la industria nacional en una «situación de desventaja competitiva».
El Ministerio explicó que de no adoptarse medidas oportunas, el sector correría el riesgo de reducir su capacidad instalada, perder encadenamientos productivos y disminuir su participación en el mercado. Esto, a su vez, tendría efectos negativos sobre la productividad, la inversión y, especialmente, sobre el empleo, dado que se trata de una de las industrias más intensivas en mano de obra del país.
El beneficio arancelario será aplicado únicamente a un grupo específico de subpartidas y tendrá una vigencia de un año, prorrogable únicamente si persiste la situación de escasez. Este diseño, según se expuso, garantiza que la medida no se convierta en un incentivo permanente a la importación, sino en una respuesta excepcional para estabilizar el abastecimiento.