Por Jorge Enrique Robledo
Ex senador de la República.
Como ocurre con todos los medios de transporte, los BRT (Bus Rapid Transit) –en Colombia llamados Transmilenio– pueden ser adecuados para transporte masivo. Pero también pueden no serlo, si, por ejemplo, sus carriles exclusivos no caben por las vías o hay muy pocos pasajeros, como ocurre en este caso.
Porque causaba daños ambientales intolerables, Claudia López ganó la alcaldía oponiéndose al Transmilenio de Peñalosa por la Carrera Séptima. Y también por eso mismo el Concejo de Bogotá le condicionó lo que se haría: “En ningún caso, el corredor verde incluirá una troncal de transporte masivo como la que se planteó en el proyecto diseñado por el IDU durante 2017 y 2018”, una forma de prohibir la resurrección del Transmilenio de Peñalosa.
Pero al conocerse los diseños del Corredor Verde de Claudia, se descubrió que detrás de los arbolitos –a los que nadie se opone– estaba el Transmilenio de Peñalosa contra el que los bogotanos la eligieron, porque no cabía en la Séptima, salvo que, como él lo intentó, se redujera a casi nada el ancho de los andenes.
De sur a norte, el Transmilenio propuesto ocupará un carril exclusivo y reducirá de tres a dos los carriles de uso mixto (automóviles, motos y otros), desmejorando el flujo existente. Hacia el sur, desde la calle 92, se pretende un absurdo: un carril para Transmilenio y uno no continuo para vehículos de distintos usos, diseñado para que sea lento e incapaz de mover el tránsito que hoy circula en ese sentido.
Cuando un adecuado sistema de buses por la Séptima sin carriles exclusivos, como los que hay en el mundo entero, atiende bien la demanda, no exige eliminar el flujo vehicular norte-sur, no impone construir unos puentes carísimos, no atiborra la Circunvalar, no hace muy difícil cruzar la Séptima, no daña la Once y permite ponerle a ese corredor vial todo el verde que se quiera, ahorrándole a Bogotá una suma enorme.
Tienen razón además la Personería y Manuel Sarmiento y los demás concejales que rechazan por ilegal abrir esta licitación sin los estudios completos. Ojo, funcionarios.
*Jorge Enrique Robledo. Arquitecto Universidad de los Andes. Exprofesor Universidad Nacional de Colombia.