Por Lola Portela
La superación de topes en «la campaña de Petro presidente» quedó demostrada con los números y las cuentas que es real. Por eso, la pelea de Petro con el CNE, organismo que le compete investigar, y constitucionalmente el Artículo 109 precisa la sentencia y el proceso correspondiente en el Congreso. Esto es independiente de las investigaciones que la justicia debe realizar por el origen de algunos dineros que, supuestamente, provienen de personas vinculadas al narcotráfico e incluso parte de los ingresos estarían relacionados hasta con Venezuela y el Cártel de los Soles.
Y frente a tan delicada situación Gustavo Petro, arremetió contra los periodistas, los medios de comunicación, y ahora hasta habla de cerrar X, al estilo de Nicolás Maduro.
Lo real y cierto es que su gestión es sólo discurso, promesas no cumplidas, palabras llenas de odio. Y con cada alocución siembra la división en el pueblo. Y convoca a la calle a que lo «defiendan», porque dice que lo quieren matar, darle golpe de estado.
Ahora resulta que protestar es ser «blanquito rico», Nazi y hasta asesino. Petro compara los medios de Colombia con Joseph Goebbels, quien fue el ministro de Propaganda del tercer Reich. Un hombre, como Gustavo Petro, porque se caracterizó por estar dotado de una oratoria fluida y convincente, fue capaz de encandilar a todos los que le escuchaban con sus discursos cada vez más virulentos y racistas.
El pueblo de Colombia está al tope y cansado de tanta corrupción y del despilfarro de los recursos de la nación, en paseos diplomáticos, sin resultados contundentes; visitas de invitados porque a la vicepresidenta Francia Márquez le gustó verlos en NETFLIX, pero, sobre todo, el tope del pueblo llegó al punto de no creerles tantas mentiras.
Con gran descaro lograron el «Chu, chu, chu» anunciado, y así dañaron lo que funcionaba en el sistema de salud. Y en esa misión han intervenido EPS, por protestar y decir que no tienen como pagar ya que el Gobierno no paga y eso afecta el desembolso a las IPS, (Hospitales, Clínicas, Centros de atención) No hay muchos medicamentos básicos, mucho menos los de alto costo.
El desempleo está en aumento, la inflación aumentó, pero celebran cifras irrisorias. Colombia está cansada al tope de que «vivan sabroso», mientras aumentan más los altos impuestos, inclusive en los alimentos. Y, aun así, desean más presupuesto nacional y hasta otra Reforma Tributaria, para seguir la fiesta. Y como si fuera poco, es imparable el alza desmedida en la gasolina, el ACPM. Y además, la inseguridad es desbordante, en muchas regiones, pues su «Paz Total», desde un inicio fracasó. Eso daría para un tema largo.
Los delincuentes en Colombia reciben dinero como «gestores de paz». Y otros andan en camionetas blindadas. Cuando los encuentran «infraganti», con droga, con secuestrados, pero le ordenan a la justicia liberarlos, y luego son nombrados también gestores de paz.
Es el tope de una Colombia que está cansada, y sólo desea respeto a la Constitución, a su democracia y con ello LIBERTAD, ORDEN Y JUSTICIA VERDADERA.