Por: Claudia Diaz Bossa Neumóloga
En el día mundial de la salud, nada más oportuno que ser reflexivos acerca de este aspecto .
La salud es un asunto que nos atañe a todos y por ende, del que todos somos responsables.
Si algo ha demostrado la pandemia, es que se trata de un tema global. Lo que afecte a un individuo al otro lado del planeta, de una u otra forma llegará a mi casa, por más segura y alejada que se encuentre, afectándome a mi y a mis seres queridos..
El virus ha derribado fronteras, derrocado líderes, acabado economías, confrontado a la ciencia y tristemente ha cegado la vida de muchos.
Siendo entonces un problema generalizado, no cabe duda de que se requieren líderes que orienten y encausen los esfuerzos por cambiar la funesta estela de tragedia que la enfermedad deja a su paso.
Creo es un momento oportuno para dejar de apuntar con el dedo, y no por que no haya que hacer señalamientos, si no por que eso no es suficiente.
Es hora de actuar, con el fin de vivir, no una “nueva realidad” si no una “mejor realidad”, como lo expuso recientemente la ministra consejera para asuntos de salud pública de Panamá, la dra. Eyra Ruiz.
¿Cómo enfrentar los retos que plantea la crisis global?
El reciente foro mundial a propósito del día de la salud titulado “cambiando paradigmas en un mundo en pandemia”, pone sobre la mesa una serie de planteamientos interesantes acerca de como recuperar la confianza con el fin de fortalecer lazos y crear acuerdos que nos permitan, no solo enfrentar esta crisis, si no también, trabajar en ese rediseño que el planeta exige. Me permito rescatar aspectos relevantes
“Los nacionalismos en asuntos relacionados con la salud, tales como la vacunación, pasan a ser irracionales e ilógicos”.
Si los pueblos con menor poder adquisitivo no se vacunan en la proporción esperada, tarde o temprano terminaran afectando al resto del mundo. Lo mismo aplica para la oportunidad de obtener tratamientos y acceder a los servicios de salud.
“Las instituciones tiene la obligación ética y moral de recuperar la confianza”. Los gobiernos, la ciencia, los medios de comunicación y cada uno de nosotros estamos obligados a recuperar la confianza perdida. Esto se vuelve sumamente importante a la hora de implantar medidas de dificil cumplimiento.
La falta de respuesta oportuna de los gobernantes a las necesidades de la población, el fracaso para cerrar la brecha de desigualdad social, la corrupción de las instituciones, son entre muchas otras, causales de la falta de autoridad moral para imponer normas. La gente está cansada y no le cree a quien debe creerle y mucho menos le obedece.
Hemos sido testigos de la creación de nueva ciencia, del manejo de la incertidumbre por parte de los investigadores. Eso ha puesto en evidencia sus debilidades y por ende ha puesto a muchos a dudar.
Las buenas políticas, la capacidad de liderazgo, la comuncación asertiva, son esenciales para recuperar la confianza en las medidas de salud pública para COVID-19.
“El siglo XXI nos obliga a pensar en términos globales y la tecnología no puede quedar de lado en esta transformación”. Hasta ahora, ha sido utilizada para comunicarnos, con fines de hacer marketing, para analítica de datos e incluso para la guerra. Necesitamos rediseñar y “ viralizar” la tecnología para encontrar soluciones globales, utilizando los conocimientos de vanguardia que nos han llevado hasta el desarrollo de inteligencia artificial, pero volviendo también a los principios éticos y filosóficos fundamentales en búsqueda de un bien común.
Y finalmente, tenemos que aceptar la cuota de protagonismo que tenemos en esta crisis y actuar en consecuencia.
Covid- 19 es una zoonosis viral. Eso nos obliga a volver nuestros ojos hacia la naturaleza. Nuestra errónea relación con ella, el abuso de los recursos naturales, el abandono a nuestras selvas y bosques con su riqueza en fauna y flora. No podemos desconocer nuestro papel depredador y el impacto que eso ha tenido en esta y en futuras pandemias.
Este hemisferio posee una grandiosa reserva natural. Es nuestra responsabilidad como especie así como de las naciones, aunar esfuerzos por generar politicas que impacten en el medio ambiente de forma positiva. Solo asi seremos capaces de dar ejemplo al mundo en lo que a manejo de crisis ambiental se refiere.
Nos estamos jugando nuestra permanencia en el planeta. Un mundo sostenible es la clave del futuro