Ahora que nos encontramos en pleno precarnaval, como preludio de la fiesta cultural más importante de la región en el año, vale la pena preguntarse: Qué es cultura..?. Algunos dicen que es lo que nos queda después de todo lo aprendido. Lo cierto es que la palabra cultura ha quedado des-conceptualizada. Antes existían las nociones de “Incultura” o “Falta de Cultura” o “Cultura élite” o “Cultura popular”, pero hoy todos “somos cultos” pues bajo su amparo, abstracto y elástico, hablamos por ejemplo hasta de “Cultura de la ilegalidad” o “Cultura del matoneo”. De tal suerte que hacemos cualquier cosa, buena o mala, y se lo achacamos a “Nuestra Cultura”. Ya incluso en nuestra ciudad se va a construir una “Fábrica de la Cultura”…!!
En ese sentido, si hay algo que ha dejado en evidencia la entrada en vigencia del nuevo Código Nacional de Policía y Convivencia es que lo que no nos enseñaron en casa nuestros padres o mayores, ni en la escuela nuestros profesores, lo estamos aprendiendo – a fuerza de multas y sanciones – en la calle, con la aplicación de estas nuevas normas que buscan la armonía en las relaciones interpersonales y el respeto por lo público.
A ese respecto, llama la atención que en el caso de Barranquilla la gran mayoría de las sanciones de este nuevo código se han aplicado por la indebida utilización del espacio público. Sea por el consumo de alcohol u otras sustancias en los sitios notorios o por la práctica de realizar necesidades fisiológicas en ellos.
En efecto, nuestra ciudad obtiene el 78% de las sanciones impuestas por la policía en el Área Metropolitana. Así mismo, el 43% de éstas corresponden al consumo de bebidas alcohólicas o sustancias alucinógenas en espacio público constituyéndose en la primera causa de sanción en Barranquilla a la luz del nuevo código. En este punto vale la pena hacer claridad a las agremiaciones de tenderos – que persiguen que sus terrazas privadas sean reconocidas en el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) como espacio público a fin de poder vender bebidas alcohólicas en ellas – que lo que persigue, lo que denominan los expertos, el “Espíritu del legislador”, es no dar el mal ejemplo incentivando el consumo de este tipo de bebidas a los menores de edad, mucho menos en sitios concurridos a los cuales ellos tengan fácil acceso, incluidos parques, coliseos, centros deportivos, hospitales, estadios y centros de salud, entre otros. La segunda causa de sanción (18% del total) en nuestra ciudad es la realización de necesidades fisiológicas (Orinar, entre otras) en el espacio público.
Aquí cobra vigencia la expresión latina: “Dura Lex, sed Lex”, que traduciría: “Dura es la Ley, Pero es la Ley”, indicando el respeto a la ley como principio fundamental de la convivencia. Pues las normas han sido concebidas como el resultado de un ejercicio consensuado entre toda la comunidad que establece un conjunto de principios básicos para su conservación y subsistencia. Significa además que el interés general debe primar sobre el interés particular, lo que traduce que aunque la ley no nos convenga en nuestros intereses privados debemos acatarla y hasta promoverla en función de toda la sociedad.
Por último, la administración distrital acaba de expedir un decreto que da ciertas “libertades” – en cuanto a la utilización del espacio público y al horario de expendio de bebidas alcohólicas – a propósito de Carnaval, hasta la primera quincena de Febrero. Hay que entender que es una medida excepcional en donde no puede haber excesos a nombre de…“Nuestra Cultura”.
@vherreram