Dicha Propuesta se incluyó dentro de la sesión ordinaria de Consejo Directivo del próximo 17 de abril de 2018, con el fin de estudiar, analizar y definir las solicitudes contenidas en el documento, así como establecer cronograma y metodología a seguir.
Recordemos la Propuesta del Distrito sobre la Reserva Van der Hammen:
Aumentar el área de la reserva: El estudió está basado en una propuesta que incrementará la zona ambiental de 634 hectáreas a 1.104, que incluyen 104 hectáreas que deberían ser sustraídas para destinarse a la construcción de vías para descongestionar el norte de la ciudad.
Será pública: La reserva es principalmente privada y solo presta servicios a los segmentos de la población que pueden pagar por fincas, colegios y membresías de clubes privados. Con el plan de manejo vigente, tendrá únicamente 535 hectáreas públicas (menos del 40%).
Crecimiento ordenado y respeto ecológico: Permite el desarrollo social y económico del área, planeando las vías con pasos de fauna, que garantizan la conectividad de los ecosistemas y ordenan la zona con formalidad, legalidad y planeación.
Se crea la reserva protectora: La categoría de reserva que hoy es productora, asciende a la categoría de “reserva protectora”, esto significa que en lugar de se un bosque privado productor de frutos, será un bosque público con ecosistemas donde las personas podrán tener acceso a la naturaleza.
Respeto ambiental: La propuesta respeta las áreas ambientales del plan de manejo vigente, de las 634 hectáreas de bosques y humedales, la Alcaldía propone mantener en el mismo sitio 501 hectáreas y agregar 603 más de nuevos hábitats y corredores.
Pero que es la Reserva Thomas Van der Hammen y porqué es tan importante:
La Reserva del norte es, en palabras del ex ministro de ambiente Manuel Rodríguez, e el “mejor parque de Latinoamérica”. Es decir, el bosque urbano más grande del mundo. Cuenta con 1.395 hectáreas y entre sus beneficios ambientales están la captura de CO2 y el trabajo de punto de conexión que hace entre los ecosistemas de los cerros orientales, el río Bogotá y los ecosistemas de Majuy al lado de Cota.
La reserva no solo protege y garantiza la conectividad entre ecosistemas, también permite la conservación de especies de flora y fauna endémicas y la protección de suelos -en esta zona los suelos tiene un valor altísimo porque son fundamentales para el mantenimiento de la humedad, el nivel freático y la disponibilidad de agua. Es, en muchos sentidos, el más ambicioso proyecto de ecología y espacio público que ha tenido Bogotá en su historia.
En el año 2000 el entonces ministro de Ambiente, Juan Mayr Maldonado, creó la Misión de Estudios para definir la política para el desarrollo de la Sabana de Bogotá. En ese entonces se expidió la resolución 0475 de 2000 que prohíbe la urbanización del borde norte de Bogotá. Desde 2011 se han sembrado 9.500 árboles de 25 especies nativas en el proceso de restauración ecológica que necesitará hasta 10 años para devolver la conectividad del Bosque las Mercedes con el humedal La Conejera.
¿Cómo se creó?
En el año 2000, el Ministerio de Ambiente resolvió una disputa entre la CAR y el Distrito sobre el uso que debería tener esta zona. El Ministerio convocó un panel de expertos que conformó la Misión Estudio. Luego de que este panel entregara resultados que concluían que la reserva debía ser protegida el Ministerio ordenó declarar a este lugar como reserva ambiental de uso público.
En 2014 la CAR expide el plan de manejo ambiental que define áreas de conectividad ecológica, define áreas de estricta conservación, centros de investigación, usos múltiples y zonas de restauración
El plan ambiental buscaba que la reserva sirviera como una «barrera verde» contra la conurbación con municipios vecinos. En ese plan La CAR hizo una zonificación de las 1.395 hectáreas de la reserva para que 561,2 hectáreas fueran para restauración, otras 82,3 para preservación y 138,2 paisajísticas. Así mismo, otras 600,9 hectáreas que ya estaban construidas y tenían industrias, comercios o cultivos de flores tendrían un régimen especial y restricciones. Estas restricciones buscaban, según el entonces director de la CAR Cundinamarca, Alfred Ballesteros, que en ningún terreno de la reserva se pudiera hacer vivienda nueva. Ni siquiera en zonas donde ya hubiera edificaciones.
El plan era tan claro que las viviendas que se habían construido antes del 19 de julio de 2011 fueron autorizadas, pero con condiciones. No podían hacerse ampliaciones que superaran los 500 metros cuadrados y el índice de ocupación no podía superar el 20%. Además, cualquier modificación de un predio tenía que ser autorizada por la CAR.
¿Cuál es el plan de la alcaldía para esta zona?
Enrique Peñalosa, ha hablado en múltiples ocasiones de intervenir la reserva con un proyecto de urbanización llamado ‘Ciudad Paz‘‘ que será construido en gran parte de la reserva, 92,2% para ser exactos, y que garantizará vivienda a cuatro millones de bogotanos. Peñalosa afirma que, según la CAR Cundinamarca, solo el 7,8% de la reserva se mantiene verde por lo que ese será el porcentaje que se mantendrá intacto. Así mismo, ha dicho que mantener la reserva costaría 2.500 millones, el equivalente a lo que cuesta el proyecto de navegabilidad del río Magdalena.
Sobre el tema de la Van Der Hammen, Las directivas del Concejo de Bogotá, ordenaron la creación de una comisión especial, para vigilar con lupa la propuesta que radicó la Alcaldía de Bogotá ante la CAR, para la nueva delimitación de la reserva Thomas Van Der Hammen.
Daniel Palacios, presidente de la corporación, indicó que por tratarse de un tema de interés de la ciudad, se debe realizar un seguimiento con la participación de autoridades ambientales y el propio distrito.
Hay que anotar también que los consejeros del CAR, Julio César Turbay Quintero y Luis Alejandro Motta Martínez, presentaron un impedimento para participar en la discusión de la reserva, en el que la entidad solicitó que la dirección jurídica de la corporación, los estudie para emitir concepto.