De 288 no se sabe nada. Esta cifra corresponde a aquellos que aún no han aparecido y no se tiene información sobre su paradero. Eso quiere decir que en cada uno de estos casos algún familiar reportó dicha situación.Andrés Nieto, experto en temas de esta índole, alertó sobre lo encontrado en los reportes de denuncia del Instituto Nacional de Medicina Legal que hablan de 288 desapariciones de niños este año, solo en Bogotá, con corte a octubre.
Este panorama ya requiere una atención especial porque la responsabilidad no es solo de la Policía o de la Fiscalía y todas sus dependencias a nivel nacional, aunque manejen el mecanismo de búsqueda urgente, sino que todas las entidades del Estado deben reaccionar.
Si bien en los últimos años se ha hecho énfasis en la desaparición y el reclutamiento forzado, en este problema han surgido unas nuevas dinámicas, especialmente en las grandes urbes. “En lo corrido del 2024 de acuerdo al Instituto Nacional de Medicina Legal, de la Personería y de la Defensoría del Pueblo, alcaldías locales y la Secretaría de Gobierno, la Policía y la Fiscalía se han reportado 4.862 personas desaparecidas en todo el país y de estas el 32,5 por ciento son menores de edad, es decir, 1.581”.
El analista agregó que el rango de edades de 12 a 17 años tiene el mayor porcentaje con el 87 por ciento de los casos y que cuando se habla de cuántos de estos menores aparecieron se tiene que solo el 44,3 por ciento estaban vivos, el 55 por ciento continúan desaparecidos y el 0,5 fueron hallados muertos.
En cuanto a las nacionalidades, la colombiana sigue siendo la más afectada con 1.344 casos y a esta le sigue la venezolana con 147. Y si de Bogotá se trata, el panorama no es distinto, pues en lo corrido de este año se han reportado 635 menores de edad desaparecidos por alguien de su red familiar y coincide con la tendencia a nivel nacional con que las edades de 12 a 17 años está el mayor porcentaje de afectados con el 88 por ciento de los casos. “De estos 635 casos, 288, es decir, el 45 por ciento continúa desaparecido, 345 aparecieron, es decir, el 54 por ciento y dos fueron hallados muertos con el 0,3 por ciento”.
Para el experto es muy importante que, frente a semejantes cifras, se siga pensando que hay que esperar entre 48 y 72 horas para buscar a una persona, pues todas las entidades deberían reaccionar. Dentro de los mecanismos de búsqueda urgente que maneja la Fiscalía General de la Nación se entiende que en cualquier momento el adulto responsable o quien tenga la patria potestad de los menores de edad puede reportar la desaparición y se tiene que activar el protocolo e involucrar a todas las entidades del Estado.
Nieto dijo que con el tema de engaños que terminan en la desaparición de una persona y los problemas de violencia intrafamiliar que inciden en que los niños salgan de las casas son temas que se deben ‘poner sobre la mesa’ de manera urgente. “Otro tema muy importante es el de las redes sociales, hay que hacerle seguimiento urgente. Las víctimas de trata, por ejemplo, no son conscientes de que son víctimas de este delito porque se ha materializado el discurso de que la trata solo se configura cuando la víctima sale del país y esta es con fines sexuales. En esto hay fines comerciales, laborales, entre otros, y muchas veces los afectados no salen del país”.
Por último, no hay que olvidar la gravedad de los temas de índole económica en temas tan graves como los préstamos ‘gota a gota’ y la violencia que utilizan estas redes para cobrarles en dinero a sus ‘usuarios’. “Muchas veces estas personas terminan desapareciendo del mapa”.