El Partido Republicano, que siempre se opuso al cambio constitucional, fue el más votado de la jornada con el 35% de los sufragios y 22 escaños, según el Servicio Electoral (Servel), con el 99% de los votos escrutados.
En las elecciones de este domingo en Chile, la derecha ultraconservadora se impuso ampliamente en la elección de los miembros del consejo que redactará una nueva propuesta de Constituciónpara reemplazar la que fue heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
El Partido Republicano, que siempre se opuso al cambio constitucional, fue el más votado de la jornada con el 35% de los sufragios y 22 escaños, según el Servicio Electoral (Servel), con el 99% de los votos escrutados.
El avance conservador se incrementa si se suma la votación que obtuvo la derecha tradicional, que logró un 21% y 11 consejeros. Por su parte, la coalición de izquierda que apoya al presidente Gabriel Boric alcanzó el 29% de los apoyos y logró 17 representantes.
El resultado de las elecciones es un duro golpe para los sectores progresistas y de izquierda del país, que aspiraban a tener un papel más preponderante en la redacción de la nueva Constitución. La victoria de la derecha ultraconservadora y el Partido Republicano puede significar un retroceso en los derechos sociales y la igualdad en el país, ya que estos sectores políticos se han opuesto históricamente a políticas como el matrimonio igualitario y el aborto.
No obstante, la redacción de la nueva Constitución será un proceso largo y complejo en el que tendrán que participar todos los sectores políticos del país. La nueva Carta Magna debe reflejar los anhelos y necesidades de toda la sociedad chilena, y no solo de una minoría política. La presión social y el activismo ciudadano serán fundamentales para garantizar que la nueva Constitución recoja las demandas de la mayoría y no solo de una élite política.
En diálogo con Mañanas Blu, uno de los consejeros constitucionales elegidos, Héctor Urban Astete, explicó las razones por las que Chile dio semejante giro: pasar de la izquierda a la derecha radical.
«La verdad es que Chile ha sufrido mucha violencia durante estos últimos dos años y aquí hubo una votación importante cuando ganó la izquierda y se instaló en el Gobierno, pero el resto del país, la ciudadanía, al ver tanta violencia, tanta destrucción, tuvimos la capacidad de poder replantearnos como país y decir que no queremos más este tipo de actos y lo que está en juego aquí en el futuro de nuestra juventud, nuestro país. Entonces ahí nos pudimos replantear, como te explicaba anteriormente, y decir que no queremos más este tipo de gobierno”, explicó Urban Astete.
El consejero manifestó que la propiedad privada y los derechos de las personas también fueron temas importantes en la campaña.
«Aquí no podemos entregarle un país a gente que solamente quiere todo gratis. Aquí también hay que proteger y favorecer a las personas que están trabajando y darle las condiciones y la seguridad para poder avanzar de una forma más tranquila, con mayor trabajo y mayor seguridad», explicó Urbán.
En cuanto a la constitución, Urbán señaló que su partido no está en contra de hacer cambios, pero no quieren transformarla completamente.
«Nosotros encontramos que esta Constitución hoy día es la que nos ha dado tranquilidad y estabilidad también al país, entonces sí es que hay que hacerle algunas modificaciones o algunos pequeños cambios, en eso estamos de acuerdo, pero no en cambiar y transformar completamente esta constitución, la verdad que no vemos que ese sea el camino», afirmó.
En cuanto a las críticas de que la constitución actual es heredada del gobierno de Pinochet, Urbán defendió que la constitución actual es la que firmó el presidente Lago y que ha tenido muchos cambios y adaptaciones desde entonces.
«La verdad que nosotros, bueno, hay que aclarar también esa constitución de la cual ustedes hablan de 1980, ya ha tenido un montón de cambios, hoy día la constitución que nos rige hoy día es la que firmó el presidente Lago y que esa ya sufrió un montón de cambios y adaptaciones», explicó.