“La Región Pacífica de Colombia está conformada por 45 municipios de los Departamentos de Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño cuya población suman 11 millones de personas según cifras del DANE equivalente a un 90% de la población afro del País. Se constituye en una de las zonas más biodiversas del territorio colombiano por su variedad de climas, tierras aptas para todo tipo de cultivos y fauna y flora de todo tipo. Esta región principalmente centra sus actividades económicas en el sector agropecuario y minero, de su territorio se extrae el 60% por ciento del oro casi 30 toneladas al año sin contar con la riqueza en madera. Además cuenta con un Puerto (Buenaventura) que produce el 12,8% del PIB según datos cifrados al año 2013”
Con estas palabras el senador Manuel Enríquez Rosero (Partido de la U) hizo llamado de urgencia al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos “para que centren sus esfuerzos en recuperar la sociedad de Tumaco bajo la ampliación de su oferta de bienes y servicios en esta región y a través de la flexibilización de la misma, con el objetivo de que todas las personas del Puerto puedan acceder a sus beneficios, sin dejar de lado de que se trata de personas de especial protección por lo que todas las acciones estatales deben contener el enfoque diferencial del cual son merecedores sus habitantes. Además, garantizar la seguridad de sus habitantes, aspecto clave para el resurgimiento social y económico que necesita esta zona”.
El legislador –presidente de la Comisión Primera del Senado- hizo una radiografía de las características territoriales, demográficas y económicas, la región pacífica –de la que dijo- que “ha sido objeto de rezago en infraestructura, educación, empleo, servicios públicos domiciliarios, seguridad, presencia Institucional, entre muchas otras penurias. Por ejemplo, según cifras del DANE, Chocó y Cauca lideran los indicadores de pobreza extrema con porcentajes del 68 y 62 por ciento, Nariño por su parte aparece en el puesto séptimo y el Valle del Cauca sólo logra una buena calificación. Además, esta zona es la que amasa el mayor desempleo en Colombia con el 10.4%. Y qué decir de los índices de violencia a causa del conflicto armado, se trata de zonas en las que por tradición los grupos al margen de la ley han acentuado sus estructuras por considerarlas claves para la producción de estupefacientes y un corredor predilecto para el narcotráfico. Según datos de la Unidad de Víctimas, el conflicto armado ha dejado 1,5 millones de víctimas en el Pacífico, es decir el 20% del total de las víctimas. Asimismo, la falta de oportunidades ha generado que la violencia común en las ciudades crezca en los últimos años con sus correspondientes problemas sociales que trae este tipo de fenómeno urbano”.
“Los cultivos ilícitos son otro flagelo que azota la Región, pues tras la arremetida en Putumayo y Caquetá, se desplazaron hacia el litoral pacífico, esta ha sido la causa de que desde hace varios años los censos sobre cultivos ilícitos indiquen que el 39% están localizados en la región. Solo en Nariño crece el 22% de toda la hoja de coca que crece en el País”, añadió
En palabras del senador Manuel Enríquez Rosero “este panorama general del Pacífico es desalentador frente a otras regiones del País, en esta oportunidad quiero hacer especial énfasis en el municipio de Tumaco, sin que con ello desestime las demás realidades socioculturales del Pacífico Colombiano”.
“Este Puerto de la costa Nariñense está conformado por la mayoría de su población afro descendiente, cerca de ciento treinta mil habitantes (130.000) correspondiente al 88.8% de su densidad demográfica, según cifras del PNUD. La llamada perla del pacífico es una zona de georeferenciación única, pues cuenta con rutas fluviales, salida al océano pacífico, comparte frontera con Ecuador, posee selvas impenetrables y tiene diversas rutas de acceso al interior del País. Además, posee tierras aptas para cultivos de todo tipo y su biodiversidad es extraordinaria. No obstante, este posicionamiento y su rica naturaleza también han sido su mayor carma. La guerra que se libra entre diferentes actores al margen de la ley por el dominio de este territorio, ha hecho que Tumaco sufra con especial rigor el conflicto armado llevándolo a padecer cortes en los servicios públicos domiciliarios, especialmente desabastecimiento de agua potable, como fue por ejemplo la situación vivida en este año a raíz de la voladura del oleoducto que surca el rio Mira y que llego hasta el Océano Pacífico provocando la contaminación de las fuentes hídricas del Municipio y el corte en el suministro de este líquido para toda la población. Asimismo, la disminución en el sector del turismo, como quiera que a causa del escalonamiento desmesurado del conflicto armado, año tras año el flujo de visitantes habituales ha ido disminuyendo. De igual forma, el cercenamiento de los derechos que devienen de su condición de especiales sujetos de protección en el marco de la ley 70 de 1993. Solo por nombrar algunas de las situaciones que aqueja a su población”, subrayó
Finalmente, el senador Manuel Enríquez Rosero recordó el Gobierno Nacional y Local “han realizado esfuerzos para conjurar las situaciones que arremeten en contra de la sociedad tumaqueña; todas estas acciones aún siguen siendo mínimas para calmar el dolor inclemente que se ha incrustado en el interior de este pueblo. Las situaciones que se acaban de describir, llaman a que se siga aunando esfuerzos para que se supere las circunstancias de violencia que enfrenta este Puerto del Pacífico con el fin de generar estabilidad social y económica que permita una situación de bienestar apta para desarrollar la vida en comunidad”.
“En tiempos en el que el posconflicto es una etapa que puede avizorarse en el mediano plazo, robustecer el auxilio desde ya para el municipio de Tumaco es clave para una correcta superación del conflicto armado y una debida implementación de su etapa posterior. Recuérdese que, como lo señaló el representante de la ONU en Colombia en el informe “La construcción de una paz estable, duradera y sostenible” presentado este año, Tumaco aparece como uno de los 125 municipios priorizados en el postconflicto, lo que le imprime una mayor atención por parte de todas las autoridades civiles y estatales para que este Puerto de Colombia sea un ejemplo de reconciliación y de paz estable y duradera, capaz de ser pionero en la Región en temas de superación de la guerra”, manifestó el legislador