Uno de los entrenadores del suizo reconoció que el proceso de recuperación de su lesión en la rodilla derecha no está siendo el ideal

8 de Junio de 2020

La recuperación del suizo Roger Federer, operado de la rodilla derecha el 19 de febrero no parece ser la ideal, y va más lenta de lo previsto, tal y como describió uno de sus entrenadores, Severin Luthi, a la cadena de televisión suiza SRF.

El tenista de 38 años se sometió a una artroscopia después del partido de exhibición ‘Match In Africa’ que jugó ante Rafael Nadal en Ciudad del Cabo.

“La recuperación de Federer no va tan bien como esperábamos”, confesó Luthi, uno de los entrenadores del suizo junto con el croata Ivan Ljubicic. “Va más lenta de lo que pensamos. Creo que podremos ver algo de acción de nuevo a partir del mes de agosto. Esperamos que así ocurra”, añadió el técnico, amigo personal del jugador de Basilea.

El actual número cuatro del ránking ATP, que el próximo ocho de agosto cumplirá 39 años, ya le había confesado a Rafael Nadal a comienzos del confinamiento por la pandemia que tras ser operado “a las seis semanas hubo un retroceso”.

“He entrenado con la ayuda del frontón. Después de la segunda operación lo llevas mejor. Pero no quiero una tercera intervención”, aseguró en aquel momento.

Casi un mes después, en una videollamada con el ex tenista brasileño Gustavo ‘Guga’ Kuerten, “Su Majestad” hizo referencia a las lesiones que sufrió y explicó que la lesión de rodilla que tuvo en 2016 fue uno de sus mayores miedos y que incluso pensó en que ese iba a ser el final. “Pude regresar en 2017 muy fuerte, no solo en el Abierto de Australia, sino durante todo el año”, aseguró

.En esa misma conversación, el suizo dejó una frase que hizo ruido en los fanáticos al asegurar que no estaba entrenando: “Es importante para mí tomarme un buen descanso ahora. No echo tanto de menos el tenis, aunque cuando estemos cerca de volver y tenga un objetivo para entrenar, estaré supermotivado”.

Federer ha visto este año como dos de sus citas importantes este año se han cancelado. Se trata de Wimbledon y de los JJ.OO. de Tokio, y al igual que el resto de jugadores espera que el Abierto de EE.UU., del 24 de agosto al 13 de septiembre, pueda ser el momento para regresar a las pistas, si su recuperación se lo permite.