El pasado 5 de enero, día en que la oposición tomó poder mayoritario de la Asamblea Nacional venezolana, una de las medidas fue retirar inmediatamente las imágenes de Chávez y de Bolívar de la institución legislativa, y en palabras del Presidente Ramos Allup «llevarlas al Ejecutivo, a Miraflores» o botarlas .
Esto generó descontento en la militancia chavista, por lo cual, la oposición se disculpó por la manera en que lo hizo. No obstante, Jesús Torrealba, Secretario de la Mesa de Unidad Democrática, defendió la decisión al explicar que la función legislativa no debe basarse en personalismo.
«Si la manera como eso se ejecutó hiere alguna sensibilidad, yo le quiero decir a todos esos millones de chavistas que votaron por nosotros el 6 de diciembre que presentamos disculpas si se han sentido heridos», sostuvo, aclarando que la institución «no puede personalizarse con el retrato de nadie».
Así mismo, reiteró que el Gobierno Maduro simplemente está tratando de sacar provecho de la situación generando una guerra «tan falsa como la guerra económica», para desprestigiar a la oposición.
Los chavistas y oficialistas como el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, se sintieron insultados. El Ministro calificó el acto como un «ultraje al honor militar», promulgando el apoyo irrestricto de las Fuerzas Armadas al presidente.
Por su parte, los militantes chavistas anunciaron que llenaran la capital venezolana con fotos de los líderes venezolanos.