Horas antes de entrar a la Asamblea Nacional para su rendición de cuentas, Maduro declaró estado de emergencia económica para poder gobernar por decreto 60 días. Esta noticia se da en medio de una profunda crisis económica en el país, y la publicación de la inflación en Venezuela del año 2015 que fue de 141.5%.
Esta medida le permite tomar decisiones unilateralmente, tales como reorganizar el presupuesto, dictar medidas para evitar la evasión fiscal, agilizar trámites para importar productos e insumos, eximir de los requisitos cambiarios al sector público y privado, y disponer de los bienes de las empresas privadas para incrementar la producción.
Su rendición de cuentas tampoco estuvo libre de controversias, ni en términos políticos ni económicos, enviando puyas constantes a la oposición.
Maduro afirmó que «no es fácil manejar el conflicto de poderes que hay en Venezuela en el que están enfrentados dos modelos, uno revolucionario, socialista, que no va a arriar sus banderas, y otro sin lugar a dudas que representan ustedes, que han logrado una mayoría electoral, que puede ser circunstancial”.
En el tema de infraestructura informó sobre sus obras, «fueron construidas en el 2015 un total de 326.333 de viviendas. Fue durante un periodo de 4 años y 8 meses, lo cual permitió agregar una cifra récord en nuestra historia al agregar la vivienda 1 millón; y agregó a la oposición «cuando demuestren que un gobernador de ustedes haya construido una vivienda los tomo en serio”.
Así mismo, planteó una comisión de la verdad: “propongo aquí que establezcamos una comisión nacional de justicia, verdad y paz paritaria, que sea presidida por un venezolano de confianza pública y que establezca las bases legales, jurídicas, para ir a un proceso de paz y que no se imponga la visión del perdón de los victimarios a ellos mismos”.