La Defensoría del Pueblo, en cabeza de Carlos Camargo Assis, ofreció realizar un trabajo al servicio de las comunidades y de las instituciones del país, con base en un tema que será uno de sus pilares fundamentales.
Se trata de un Sistema de Alertas Tempranas para monitorear y advertir sobre las situaciones de riesgo de la población civil por los efectos del conflicto armado interno y promover la acción de prevención humanitaria con el ánimo de recibir, verificar y registrar la información relativa a las dinámicas del conflicto armado y sus consecuencias sobre la población civil, para identificar los escenarios de riesgo de violaciones a los derechos humanos, a través de los instrumentos, metodologías y protocolos adoptados para la prevención de riesgos y de violaciones de los derechos que la Constitución le otorga a la población civil.
Camargo Assis aseveró que “No podemos seguir siendo indiferentes a los asesinatos, al desplazamiento y a la violación de los derechos. Vamos a hacer una defensoría cercana a la gente”; y añadió que la defensa de la población es uno de los grandes retos dado el surgimiento de nuevos actores armados tras la firma del acuerdo de paz y de bandas criminales ligadas al narcotráfico, así como la minería ilegal.
Y en lo que tiene que ver con el covid-19, manifestó que no hay que perder de vista que la pandemia afectó también otros derechos como la salud y el trabajo.
Al mismo tiempo, es preciso Monitorear, mediante misiones humanitarias, de observación o de verificación, los factores de amenaza y vulnerabilidad que sean generadores de inseguridad y violaciones a los derechos. Además, es puntual elaborar los informes de riesgo, notas de seguimiento y otros documentos de advertencia en donde se informe la probable ocurrencia de violaciones masivas a los derechos de los ciudadanos colombianos.
Igualmente, hay que preparar y remitir las comunicaciones a las autoridades competentes en relación con la emisión y el seguimiento de los documentos de advertencia. Al mismo tiempo, es necesario presentar, a la Delegada para la Prevención de Riesgos de violaciones de derechos, los insumos que se requieran con relación a los datos estadísticos y mapas de cada región.
A la par de todo esto, se deben realizar seminarios, talleres, reuniones y mesas de trabajo en prevención humanitaria con comunidades, organizaciones sociales, de derechos humanos, de víctimas, autoridades y organismos humanitarios, para la construcción de escenarios de riesgo y el diseño de estrategias de prevención humanitaria, de acuerdo con las directrices y prioridades señaladas por la Delegada para la Prevención de Riesgos de Violaciones de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.
Igualmente, es necesario articular con los defensores regionales la implementación de los planes de acción de carácter funcional y operativo con los temas de prevención, protección, atención, fortalecimiento comunitario, organizativo y participación de las personas que se encuentren en riesgo de violaciones a los derechos, a la vida, a la integridad, a libertad personal, además de mantener actualizado el Sistema de Información del SAT (SISAT), entre otros.
Debido a la gran variedad de asuntos que va a manejar, en su despacho, sobre derechos humanos, violaciones, medio ambiente, desplazamientos forzados, reclutamiento de menores y violación de niños, entre otros temas, al doctor Carlos Camargo le espera una gigantesca labor sin precedentes en la historia de Colombia, la cual llevará a cabo mediante una red coherente, una estructura formidable, una organización conformada por un conjunto multidisciplinario que incluye a todos los personeros del país y a veedores nacionales e internacionales, bajo la coordinación de la Defensoría del Pueblo; porque la sociedad civil tiene su esperanza puesta en un defensor que va a realizar una ingente labor en pro del pueblo colombiano.
Camargo Assis no debe conformarse con la elección legítima y la ratificación de la cámara de representantes, aunque la minoría haya desconfiado de su excelente perfil, en materia de derechos humanos; por esa razón, él debe buscar el consenso y la aprobación del pueblo colombiano, demostrando con su talento que realmente es el defensor de un pueblo que ha sido golpeado por los embates de una corrupción que le ha violado constantemente sus derechos.
Este camino es más difícil que lo logrado hasta este momento. Pero, ¡ánimo señor defensor!, pues todo esto lo logrará usted si se rodea de un equipo idóneo de trabajo, porque su experiencia es garantía para desempeñar con éxito esta misión, este encargo, este poder que le ha otorgado el pueblo colombiano, a través de sus representantes legales.