Nuestro País, requiere la implementación alternativa, de un trazado de más largo aliento, en la Planeación integral de lo económico y social. Puesto que, con un sendero de largo plazo, no menor al cuarto de siglo en la Planeación económica y social; Colombia debería ajustar sus disposiciones constitucionales y legales; para acabar con el mesianismo de los gobernantes de período; y con la discontinuidad que ello genera en la aplicación de las políticas públicas, en el corto, mediano y largo plazo. Igualmente, ello favorecería, independiente de la orientación ideológica del administrador de lo público; una ruta unificada y sostenida de crecimiento y desarrollo; con la connatural presencia de ajustes, que toda evolución económica y social, exigen al flexible instrumento de Planeación económica y social.
Ahora bien, en la coyuntura; y como resultado de recientes decisiones del gobierno central; se viene presuntamente violentando la autonomía administrativa de futuras administraciones, con acciones como las que crean bonificaciones para docentes de 6% en 2018; 11% en 2019; y 15% en 2020; puesto que dichos acuerdos abordan tiempos cronológicos, de otros períodos Presidenciales.
Por otra parte, pero en esta ocasión favorable a la autonomía de próximas administraciones territoriales; el congreso de la república eliminó en la práctica, los contratos de concesión a 20 años con particulares; en la ley que reglamenta los denominados comparendos mediante equipos electrónicos o fotografías
Finalmente, es preciso reiterarme; en que para corregir, tanta improvisación, producto de un inadecuado proceso de planeación sistemática a nivel nacional y territorial; hay que abordar procesos de planeación de largo plazo; como los que siguió Japón, en épocas en las que hizo tránsito del feudalismo al capitalismo. Puesto, que después de 25 años de aplicación del plan; dicho país ya se constituía en una de las 8 mayores economías del mundo capitalista.! Planes bien pensados pura ganancia!.
Por Henry Amorocho Moreno