La caída mundial de los precios del petróleo en Nueva York, en más de 10%, se da después de la reunión del 4 de diciembre de la OPEP, y es que su mensaje es que continuarán asegurando su parte del mercado y disuadiendo a los demás productores, es decir, los no OPEP.

De esta manera, el superávit mundial se crudo que está empujando los precios hacia abajo se mantendrá, e incluso podría incrementar llevando al barril a unos $20 USD.

Para los analistas financieros, el tema como tal es que mientras se mantenga la oferta los precios seguirán cayendo. Al respecto, Goldman Sachas manifestó que en el momento en que los tanques de almacenamiento del crudo se llenen (por el superávit se están guardando hasta que el precio suba para poder vender), los precios caerán hasta $20 USD.

Por su parte, Morgan Stanley dio a entender que incluso puede no haber un piso para el precio. «Mientras en el mercado haya un exceso de oferta como debería ser durante gran parte de 2016, no hay ningún valor intrínseco para el petróleo «, explicó.

La estrategia es principalmente liderada por Arabia Saudita, quien sabe que al reducir la producción para subir el precio, esa porción será suplida por otro país.
Michael Klare, experto en el tema, explicó que » que no quieren ser los que sufren la peor parte de los recortes de producción. Todo el mundo tiene miedo a ser el primero en tomar la iniciativa de reducir su consumo. Así que estamos ante una especie de juego de la gallina: ¿quién cederá primero?».
El tema es que Arabia Saudita se sacrifica a sí misma para sacar a otros productores, particularmente los más costosos, del mercado, debido a la baja de sus ingresos, los cuales son los que han consolidado su mandato.  «Han logrado mantener la estabilidad política, la estabilidad social en el país, mediante el uso de sus ingresos del petróleo para comprar a una gran parte de la población con todo tipo de gasto público, de bienestar público. Si tienen que recortar corren el riesgo de sufrir malestar social», agregó.
Concluyó con que «Así que están jugando a un juego muy, muy arriesgado. Ellos no pueden seguir así durante mucho más tiempo».

No obstante, no se prevé actualmente una solución o mejora, pero la mejor opción es que con los bajos precios se fomente el crecimiento de los países, lo cual a su vez implicaría un incremento en la demanda de crudo, y por lo tanto, de su precio.