El símbolo del asalto al Capitolio de Estados Unido, Jacob Chansley, el autodenominado “chamán” que entró el 6 de enero en la sede del Congreso  disfrazado de bisonte, pagará  con más de tres años en la cárcel.

Este hombre, de 34 años, oriundo de Arizona, que sin el disfraz ni la cara pintada parece inofensivo, ha reconocido ante el juez que se equivocó al entrar en el Capitolio y que su comportamiento de ese día fue “indefendible”.

 Pero siempre quedarán en las retinas de millones de personas en el mundo las imágenes que protagonizó el “Bisonte de QAnon” en el Capitolio, donde entró vestido de ese animal, con un gorro con cuernos y sin camiseta para interrumpir la confirmación oficial del Congreso de la victoria electoral del ahora presidente, Joe Biden.

La primera escena del asalto que dio la vuelta al mundo tuvo a Chansley de protagonista, con el puño en alto, como “presidente” momentáneo del Senado de EE.UU., en medio del caos desatado.

Esta rocambolesca secuencia fue transmitida en directo por los principales canales de televisión de EE.UU., que desconocían en aquel entonces quién era ese hombre disfrazado que se hacía llamar “Yellowstone Wolf” en su canal de Youtube.

En esa red social, Chansley defendía la existencia de una supuesta red de pornografía infantil y tráfico sexual de menores dirigida por los demócratas, ideas favorecidas por QAnon.

Su imagen en el hemiciclo tomó tanta fuerza que medios de comunicación nacionales e internacionales se refirieron a él como de los líderes de la ocupación del Congreso estadounidense, que ya ha sido castigada con la imputación en tribunales federales de más de 600 personas.