Este es el discurso de posesión del nuevo Presidente del Senado:

“Como Barranquillero, criado entre el Mar y el Río Grande de La Magdalena, es un honor para mí asumir la Presidencia del Senado tras 26 años de servicio público en esta institución que respeto pro-fundamente.

Quiero pedirles permiso para referirme en primer término a Sarita Sarabia de Cepeda, mi madre. Hasta hace pocos días su presencia era un tesoro en la familia, pero hoy su ausencia me remite constantemente a los recuerdos de su amor irrepetible, su entrega incondicional y las palabras de sabio consejo que me acompañan en este momento tan importante de mi vida, que me obligan a servir a Colombia, con obediencia y respeto frente a nuestra Constitución y las leyes que nos rigen, así como ella me lo enseñó.

Dentro de tantos temas que atañen a nuestro país, me referiré a 5 fundamentales de manera sucinta:

 

  1. Modernización institucional y recuperación de confianza, cimientos de nuestra democracia.
  2. Transparencia como Pilar en el ejercicio de la función pública y lucha contra la corrupción.
  3. Paz y Reconciliación, la ruta para construir el futuro.
  4. Desarrollo Sostenible como dimensión humana y motor de progre-so social.
  5. Salud mental para transformar los conflictos sociales.

 

Hoy ante ustedes Senadoras y Senadores y frente a todos los colombianos y teniendo a Dios como testigo:

 

  • Me comprometo a trabajar con humildad, ofreciendo las garantías necesarias a las distintas bancadas para ejercer sus derechos y promover el consenso en los temas de interés nacional.
  • Me comprometo a ejercer un estricto control político para impulsar el bienestar y la felicidad de nuestros compatriotas.
  • Me comprometo a trabajar en pro de la transparencia.
  • Me comprometo a trabajar para que los ciudadanos tengan la seguridad, que cuentan con un senador dispuesto a poner en marcha la agenda del Desarrollo Sostenible Inclusivo, pero so-bre todo, cuentan con un ciudadano dispuesto a promover la reconciliación nacional, tan necesaria en estos días.

Colegas congresistas: la tarea legislativa que se avecina tal vez es el mayor desafío que hemos enfrentado desde el proceso constituyente de 1991. Las iniciativas legislativas que vamos a tramitar, de-ben aportar al desarrollo de cada una de las regiones de nuestro país, generando la confianza y estabilidad necesaria en todos los sectores de la sociedad colombiana.

Apreciados Colegas y Colombianos, las expectativas del país y de la comunidad internacional en la legislatura 2017-2018 son enormes, por ello se requiere un mayor esfuerzo en el ejercicio de nuestra tarea para interpretar de manera responsable, este periodo trascendental de nuestra historia política.

Esta legislatura debe contribuir al mejoramiento de la calidad de vi-da de las familias colombianas, que durante muchos años padecieron los retrasos propios de una guerra con la insurgencia más antigua de América Latina, la cual ha terminado!!!!!. El futuro de nuestra nación, depende de las normas que aprobemos para sellar la Reconciliación Nacional, respetando los derechos de nuestros pueblos, impulsando el desarrollo económico sostenible y generan-do confianza en las instituciones.

 

  1. Modernización institucional y recuperación de confianza, cimientos de nuestra democracia.

 

Modernizar las instituciones es un compromiso del Congreso con los ciudadanos. Recuperar su confianza en nosotros, en el Gobierno, en los Partidos Políticos, en las Cortes y en los Organismos de Control, es un trabajo conjunto como mecanismo para fortalecer la democracia basado en la coordinación y armonización de nuestras ramas del poder público y la vigilancia y participación de la ciudadanía.

Nuestra obligación es atender los reclamos ciudadanos y nuestra misión, es devolverle la grandeza a las instituciones colombianas, dotándolas de las herramientas necesarias para que su gestión , produzca los resultados que todo el país espera.

A los congresistas nos corresponde ser más tolerantes frente a nuestras diferencias ideológicas para llegar a consensos, aumentan-do la calidad, la coherencia, la técnica jurídica y legislativa, para producir normas más eficaces que respondan a las exigencias de los colombianos.

 

 

  1. Transparencia como Pilar en el ejercicio de la función pública y lucha contra la corrupción.

 

Desde la Presidencia del Senado, impulsaré los debates de control necesarios para que se censure políticamente a quienes se apropien de los recursos públicos. Los recursos públicos son sagrados !!!!. La ciudadanía y las instituciones debemos dignificar el ejercicio de la política y el manejo de lo público, por lo tanto, insistiremos en los cambios y transformaciones que se requieran para lograr estos objetivos.

En ese sentido, combatir la corrupción es un trabajo de todos, no una bandera de pocos. La constitución política le brindó al constituyente primario el derecho de participar en los asuntos públicos y el deber de ejercer el control social y vigilancia sobre los recursos destinados a mejorar su calidad de vida.

El control ciudadano sobre el cumplimiento de las políticas públicas es una herramienta más para combatir la corrupción.

Siendo este el último año de la legislatura, como Presidente buscaré fortalecer y darle sostenibilidad a los procesos y mecanismos adoptados por mis antecesores, para lograr una mayor apertura, transparencia, rendición de cuentas, fomentando el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones.

 

Nuestro objetivo es garantizar el libre acceso a la información del Congreso, dentro del marco de las declaraciones e iniciativas nacionales e internacionales que promueven la adopción de políticas para un Estado abierto y la lucha contra la corrupción.

 

  1. Paz y Reconciliación, la ruta para construir el futuro.

 

En este camino, considero que los acuerdos de paz son una oportunidad para reducir la brecha socio económica entre el campo y las ciudades, recuperando la confianza ciudadana y consolidando el camino a la reconciliación.

Somos conscientes de los retos que todos debemos asumir con responsabilidad, altruismo, sin egoísmos y con hechos de voluntad po-lítica que nos permitan el buen vivir.

Colombianos, no podemos olvidar los más de 260 mil muertos, los 453.226 feminicidios, los 7.219.471 colombianos desplazados de su territorio, las más de 30 mil familias de militares y policías caídos, heridos y mutilados, las 35.674 víctimas del secuestro y demás compatriotas que suman la escabrosa cifra de 8.160.987 víctimas. Cada colombiano cuenta!!!! Para ellos y ellas, el mejor homenaje que podemos hacer, es continuar por el camino a la reconciliación y la consolidación de las políticas públicas de reparación integral, y así cerrar este capítulo tortuoso y doloroso por el que hemos pasa-do.

 

La Constituyente de 1991 contó con la participación de los ex combatientes del M-19. Fui testigo directo de este acontecimiento y estrené mi curul al lado de nueve miembros de esa organización. Doy fe de los beneficios que para nuestra democracia significa cambiar las balas por ideas y por votos. !!!!

Nuestra fuerza pública merece un reconocimiento especial en el mantenimiento del orden y la estabilidad institucional, gracias a su valor nuestra democracia se encuentra bien resguardada.

A nuestros soldados, hombres y mujeres valerosos, el agradecimiento sincero y el compromiso de siempre defender su vida y su honor, como ustedes lo hacen sin miramientos con todos los colom-bianos.

Presidente Juan Manuel Santos le ha costado un gran capital político el esfuerzo de llegar a la firma de los Acuerdos de Paz. Reconozco que tuvo la paciencia y la tolerancia para lograr que la guerra con las Farc llegara a su final por la vía negociada. La historia hará justicia cuando las generaciones futuras vivan en un país reconciliado, en donde la palabra y el respeto a la vida sean las únicas herramientas para resolver nuestros conflictos.

Solo hay un tipo de paz: la paz posible. La que surge cuando las partes cumplen lo que acuerdan para abandonar el uso de la fuerza. Las diferencias van a subsistir sin duda alguna, pero sin violencia. La paz posible es una transacción entre visiones enfrentadas, no entre victoriosos y derrotados. Es un acuerdo para trabajar en una causa común , desde el aporte individual hasta la construcción colectiva.

Las noticias que todos queremos oír son otras, como la que nos presentó el Hospital Militar : en este primer semestre sólo han ingre-sado 12 soldados heridos a este centro. Un 97% menos que el año anterior. Cuán invaluable es la salud y la vida de los uniforma-dos que ya no caerán en combate!!!

Colombianos: con toda sinceridad afirmo que prefiero a las Farc en este recinto discutiendo políticas públicas antes que en el monte escribiendo con balas y bombas sus argumentos; las prefiero acompañando la sustitución de cultivos ilícitos que cuidando hectáreas de coca; las prefiero desminando que minando; las prefiero protegiendo bosques y páramos en vez de sus caletas y campamentos.

 

En aras de fortalecer la democracia y como Presidente del Senado, los invito a que participemos activamente en los debates para que la legislación de implementación de los acuerdos de paz, sea la mejor posible.

Ciudadanos, su participación activa en el ejercicio legislativo contribuirá a fortalecer la transparencia , despejar temores, ya que las normas serán garantía de los derechos de los ciudadanos.

Para promover la transparencia y participación en el seguimiento de la implementación de los acuerdo de paz, estableceremos una Alianza con la Organización de Estados Iberoamericanos, para acompañar al Senado de la República en esta tarea, a cero costo para esta institución, de acuerdo a los objetivos de transparencia y austeridad que me he fijado para la presente legislatura.

En el marco de esta alianza, contaremos con el apoyo de instituciones académicas que nos brindarán de manera oportuna y periódica, informes técnicos que coadyuven en el cumplimiento eficiente de la tarea de control político.

Frente al tema de la propiedad privada, principio rector de la doctrina conservadora, la defiendo y defenderé con toda firmeza. Permaneceré vigilante para garantizar el respeto a la propiedad privada legítima, base de la confianza y la seguridad jurídica de una Nación, porque la historia nos ha demostrado que es uno de los motores del desarrollo humano.

Colombianos, titularles la tierra a nuestros campesinos no debe asustar a nadie, al contrario , ayudará a reducir la frontera del narcotráfico y a fortalecer la oferta de alimentos que necesitamos para garantizar la seguridad alimentaria de nuestra gente, permitiendo a miles de campesinos ingresar al mercado productivo. Con el apoyo de la oferta de servicios del Estado, los campesinos podrán asociarse, acceder a créditos y asistencia en las nuevas tecnologías productivas. Pero sobre todo este es un tema de justicia social!!!

 

Estoy seguro que con los beneficios que trae consigo trabajar en la legalidad , ningún campesino volverá a correr el riesgo de perder lo más sagrado que tiene, su tierra.

 

  1. Desarrollo Sostenible como dimensión humana y motor de progreso social

 

Uno de los temas esenciales para nuestro país es continuar con el compromiso global de avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU que tienen como fecha tope el año 2030.

 

Son 17 puntos que buscan pensar el desarrollo más allá de los indicadores económicos, los cuales se han mostrado insuficientes para establecer metas que impacten el bienestar humano, su felicidad y para evidenciar el desarrollo real de las sociedades.

 

Para construir una Colombia en paz es fundamental reconstruir el tejido social a partir del ser humano, eje central de las soluciones. Colombianos mentalmente sanos, con valores y sentido de pertenencia por su entorno y el medio ambiente, son cuestiones que pueden ser inculcadas con una educación enfocada a la reconciliación. Como Presidente del Senado, respaldaré los esfuerzos tendientes a promover la cultura y educación para la Paz.

Procuraré promover la conciencia medio ambiental en toda la sociedad colombiana los funcionarios públicos y respaldaré la concepción de las Leyes tendientes al cuidado y preservación de nuestro entorno. Con el apoyo de todos ustedes, apreciadas Senadoras y apreciados Senadores, es indispensable que promovamos de manera responsable, el desarrollo ambientalmente sostenible.

Como caribeño, no puedo dejar de hacer énfasis en la necesidad de prevenir y detener la destrucción de nuestra Ciénaga Grande de Santa Marta, el complejo lagunar más grande de Colombia y de la cuenca del Caribe, reserva de la biósfera declarada por la Unesco y primer humedal Ramsar de Colombia, el cual ha visto en los últimos 20 años una disminución del 80% de su pesca. ¿De qué van a vivir las miles de familias que sacaban 28 millones de toneladas de peces al año si ahora apenas logran 3 toneladas? ¿Cuándo se van a abrir los conectores de agua que se encuentran bloqueados? ¿Cuándo se va a sancionar a esos empresarios agropecuarios que desvían las aguas para su beneficio privado? ¿Cuándo se va a solucionar el problema de los municipios que vierten sus residuos en las aguas de la Ciénaga? Ningún recurso será suficiente para recuperar nuestros ecosistemas y todas las acciones son urgentes.

Los invito a proteger el medio ambiente y nuestra biodiversidad, y así promover una normatividad orientada a la responsabilidad social ambiental.

Existen las tecnologías para realizar desarrollos económicos ambiental y socialmente sostenibles, logrando que los mismos se deriven en prácticas legales y limpias en concordancia con la gestión ambiental. La presión ciudadana debe ejercerse para garantizar y controlar que las actividades productivas se adelanten cumpliendo las medidas que aseguren la preservación ambiental, como se hace en el mundo moderno.

Condenar a la pobreza a poblaciones con riquezas, particularmente minero energéticos, es inadmisible. La libertad de expresión y de discusión debe partir de información cierta para la opinión pública. Invito a este congreso a asumir nuestra responsabilidad para que desde el ejercicio legislativo, generemos instrumentos que combatan el flagelo de la explotación ilícita de minerales, el real enemigo del medio ambiente.

 

  1. Salud mental para transformar los conflictos sociales.

Otro tema fundamental que tiene una especial relevancia para mi y para todos los colombianos y que no da espera, es el deber de proteger el presente y futuro de nuestros niñas y niños.

El país ha mostrado una tremenda indignación por delitos cometidos contra los menores. Los abusos sexuales contra ellos superan 18 mil casos anuales, PUEDEN CREERLO, 48 casos al día, y son precisamente nuestras niñas las más vulnerables. Cifras como 15.074 niñas fueron víctimas de agresiones en el 2016, nos hacen reflexionar si realmente hemos hecho lo suficiente para cuidar y proteger a nuestros infantes.

Muchos apoyamos la recolección de firmas con el fin de establecer la cadena perpetua a los violadores de niños. Sin embargo, esto no es suficiente. Debemos trabajar desde el campo de la salud para detectar a tiempo los potenciales abusadores y lograr prevenir la destrucción de las vidas de nuestros niñas y niños. Se ha demostrado la relevancia de la salud mental en el bienestar y felicidad de las personas. De acuerdo con el Ministerio de Salud, dos de cada cinco personas en el país han presentado trastorno mental en algún momento de su vida; de estas, aproximadamente un 90% no ha accedido a un servicio de salud.

No solo debemos promover crecimiento económico, es necesario el bienestar integral de todos los colombianos.

Debemos aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre el pro-fundo conflicto social que supera la violencia armada y política: la violencia intrafamiliar, el matoneo en las escuelas, los conflictos entre vecinos y amigos, como no, hacia mujeres y niños.

El legislativo debe coadyuvar a combatir las cifras que dan cuenta de esta violencia social, procurando construir una sociedad mental-mente más sana. Con orgullo y con convicción, sé que podremos ayudar a construir un mejor país. Les reitero mi compromiso con Colombia y con sus ciudadanos que luchan día a Día por el bienestar de su familia .

En esta legislatura tendremos 365 días de trabajo, 365 días de oportunidades y 365 días de resultados, para que entre ustedes colombianos y nosotros su Senado, escribamos un nuevo y mejor capítulo para nuestro país. Desde hoy nos trazamos estas meta para producir y experimentar los cambios, que nos motivan a trabajar unidos por un Colombia Grande, libre y prospera.

Este debe ser el Senado de las causas sociales, el Senado de la Reconciliación!

Muchas gracias.