Gracias a la reglamentación expedida por el Ministerio de Minas y Energía, las iniciativas suman más de 1.200 megavatios de capacidad instalada.
El Gobierno Nacional ha promovido la construcción de más de 200 proyectos de energía no convencional, es decir, que usan fuentes como el viento, la biomasa y el sol, los cuales suman 1.200 megavatios de capacidad instalada y con los cuales el país espera enfrentar los efectos del cambio climático y ser referente en este tipo de generación eléctrica.
El Ministro de Minas y Energía, Germán Arce, visitó este viernes el proyecto de generación de energía solar de la firma Celsia, una iniciativa de generación fotovoltaica, la mayor de su tipo en el país, con capacidad para 10 megavatios.
Agregó que se han registrado proyectos para generar 12.000 megavatios de los cuales más de 3.000 utilizan como fuentes energéticas el recurso eólicos y el solar, es decir recursos renovables, que se encuentran en desarrollo.
‘El país cuenta con un potencial importante de fuentes de energía renovable no convencional, como solar, eólico, biomasa, entre otros, que presentan una oportunidad para el aprovechamiento de estos recursos, por ejemplo, para enfrentar los efectos del Cabio Climático y para aportar en el cumplimiento de los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero adquiridos ante la comunidad internacional’, dijo el Ministro.
Durante su visita al proyecto solar Celsia Yumbo, el Ministro reafirmó su compromiso con el desarrollo de energías alternativas y renovables en el país, impulsado a partir de la expedición de la ley 1715 de 2014 y todo su marco regulatorio que se ha puesto en marcha durante el actual Gobierno.
Esto aumentará la diversificación de la matriz energética, a la complementariedad de los recursos hídricos que ya tenemos instalados, y espera que tenga como efectos una energía de menor precio, más competitiva y de menor factor de emisiones.
El Ministro se comprometió con la expedición de un mecanismo que promueva la contratación a largo plazo de los proyectos de fuentes no convencionales de energía renovable, como medida para aportar al cierre financiero de los proyectos y con la realización de una primera ‘subasta’ antes del término del actual período de gobierno.