Washington. La nueva base del llamado “Plan Colombia” entre el país suramericano y el Gobierno del presidente de los Estados Unidos Barack Obama, girará en dos puntos neurálgicos: La paz y la seguridad.
Bajo esta hoja de ruta, en el último año de Gobierno el presidente Obama solicitará al Congreso un incremento significativo de los recursos destinados para Colombia en el presupuesto fiscal 2017, que tendrá un puente más cercano entre Bogotá y Washington.
Durante los últimos 15 años, la Casa Blanca destino cerca de 900 millones de dólares para la lucha contra la droga, que además complementaron la lucha del Gobierno de Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos en la lucha contra la guerrilla de las Farc, hoy inmersa en un proceso de paz en La Habana, desde hace más de 3 años, que se encuentra en su recta final y bajo verificación de las Naciones Unidas.
Para el Gobierno Obama una de las condiciones para extender o darle otra dimensión al “Plan Colombia, es que las Farc abandonen de manera definitiva el narcotráfico, que además es una de las críticas al proceso de paz del Centro democrático, liderado por el ex presidente Álvaro Uribe.
En ese contexto, santos que encabeza una comitiva de 200 personas –en un hecho poco usual- también deberá explicar a Washington las ambigüedades que posee el acuerdo de aplicación de justicia con las Farc, que para organismo como Human Rights Watch, es un “camino a la impunidad”.
Una situación, que podría prologar la firma del Acuerdo Final de La Habana, previsto para este 23 de marzo. “La fecha es un plazo para trata de llegar al final”, dijo el presidente Juan Manuel Santos, reconociendo por primera vez, que el día “D” podría ser alterado entre las partes o circunstancias ajenas al proceso
