El debate entorno al plebiscito como mecanismo de refrendación de la negociaciones de La Habana por el pueblo colombiano continúa. Este proyecto es liderado por el senador Armando Benedetti y tiene como fin como cumplir la promesa que hizo el Presidente Santos a la ciudadanía de avalar lo acordado con las FARC, lo cual según la entrevista otorgada por el primer mandatario colombiano a la BBC se basa en que «legalmente no tengo por qué hacerlo, pero yo pensé en mis adentros que esto le da mucho más legitimidad, si le digo al pueblo colombiano desde antes de comenzar las negociaciones ‘ustedes tendrán la última palabra'» (ver Entrevista de Santos en BBC, ¿una estrategia de presión?).

Y es que este mecanismo que implica una aceptación global de los acuerdos con con solo un sí o no, y con únicamente el requerimiento que el 13% de los votantes aprueben, ha generado el rechazo de dos partes, que además es curioso estén de acuerdo: las Farc y el Centro Democrático.

Irónicamente estas partes han resaltado que este mecanismo es para avalar políticas públicas y en el caso de las FARC fue categorizada como una iniciativa exótica (ver Tildando el plebiscito de “iniciativa extraña y exótica”, FARC lo rechazan).

Bajo este contexto, la discusión en el Senado el día de hoy continúa demostrando la polarización que existe alrededor del tema.

El problema de hoy radicó principalmente en la posición de los que apoyan el plebiscito, cuyo discurso se basa en que el pueblo colombiano votaría por lograr la paz o continuar la guerra.

Frente a esto, el Senador de Centro Democrático, José Obdulio Gaviria reiteró que este mecanismo no pasará la prueba de exequibilidad de la Corte Constitucional, y que este discurso constituye una trampa. Afirmó que este es una «trampa al soberano porque es rehuir el debate ponderado y serio detrás de un engañoso ‘usted es enemigo de la paz’, ‘usted es un guerrerista'».

A su vez, el Senador Benedetti respondió que «son los contradictores de la paz quienes tienen que explicar al país sus cuestionamientos al proceso de paz y al proceso de refrendación. Sus argumentos suelen ser incoherentes, fuera de lugar, con pleno desconocimiento del proceso, la política, la Constitución y la ley».

De igual manera, dio a entender que la oposición frente a este mecanismo no solo está a favor de la guerra, sino además en contra de la democracia. Sostuvo «escuchando los argumentos de la oposición sobre la refrendación, siento como si la crítica no fuese al Plebiscito sino a toda la democracia, y me refiero a la democracia participativa, el ámbito natural y más rutinario de la democracia contemporánea».

Es en medio de este escenario que mañana se votará este proyecto, y sin duda continuarán los enfrentamientos entre uribistas y santistas. Lo cierto es que la polarización absoluta entorno a los actos legislativos referentes al proceso de paz demuestran un retroceso en el «desescalamiento verbal» y categorización política que fue solicitada previamente por el mismo Presidente Santos.