Por Rubén Darío Mejía Sánchez

El artículo 73 de la Constitución Política de Colombia reza: “la actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional”, traigo a colación lo anterior por lo que está sucediendo en estos momentos cuando Publicaciones Semana S.A. y la ex viceministra de Agua y Saneamiento Leyla Rojas están envueltas en una polémica por cuenta de la petición del Tribunal Superior de Bogotá que ordenó al medio publicar sus fuentes para la solución de la demanda por responsabilidad contractual que interpuso Rojas por una publicación en la Revista Dinero. Ante esto según los constitucionalistas consultados, según lo dice el Diario La República hoy es posible que la publicación (Semana) no tenga que dar a conocer las fuentes de sus pruebas.

El medio respondió a la petición del Tribunal con una tutela ante la Corte Suprema de Justicia, en la que alega que el magistrado Eluin Guillermo Abreo Triviño, del Tribunal Superior de Bogotá ordenó a la publicación no solo presentar las pruebas que sustentaban la veracidad de lo escrito en la nota, sino también la procedencia de ellas, es decir sus fuentes. Sinembargo la instancia judicial rechazó la tutela porque violó el principio de inmediatez y fue presentada mucho después de la decisión judicial.

La tutela está en revisión en la Sala Laboral de la misma instancia ya que el medio rechazó la decisión de dicha Corte, en caso de que la Corte Suprema decida no dar la razón a Semana por segunda vez, la acción de tutela quedaría en manos de la Corte Constitucional, en donde según opinan expertos, el medio pueda salir beneficiado, pues ordenar revelar las fuentes va en contra del derecho inviolable del secreto profesional y podemos recordar que en la Constitución Nacional hay un mando según el artículo 74, el que dice que el secreto profesional es inviolable y recordemos que la actividad del periodismo tiene esa protección constitucional en ese orden de ideas y los jueces no pueden pedir que se levante el secreto profesional y en el caso del periodismo, que se revelen las fuentes.

Mucho se ha hablado sobre el tema de la libertad de prensa en el mundo y son los periodistas los que en mas de una oportunidad han salido afectados no solo por las decisiones judiciales, sino por los tratos a que son sometidos por algunos sectores como los políticos, judiciales y económicos, quienes tratan de manipular la forma de presentar las noticias para sus bienes personales.

En Colombia el periodismo ha tenido sus altas y sus bajas y ha tenido, se puede repetir, que pelear con la mas fea y principalmente cuando se cubren asuntos de orden público en donde se encuentran el Estado, grupos económicos, sociales y grupos al margen de la ley, quienes han querido callar a quienes dicen la verdad o investigan sobre los asuntos que están ocurriendo.

Lo que está sucediendo con la ex viceministra no es algo nuevo, son muchas las demandas que se presentan contra los medios de comunicación o contra los periodistas, afectando principalmente a quienes ejercen esta profesión de manera independiente y en las regiones; teniendo en cuenta que la gran prensa está protegida y cuando se vive en un país en donde no se reconoce sino a esa gran prensa, se trata de no dar importancia o callar las investigaciones y denuncias de esos periodistas de vocación que trabajan por las comunidades en las diferentes regiones del país.

Hemos sido testigos de los asesinatos de muchos periodistas en Colombia a manos del narcotráfico, la guerrilla y se habla también por parte del Estado, crímenes que aun siguen en la impunidad y los que no voy a entrar a comentar en este momento.

Estamos hablando de esto porque se ha tocado un gran grupo de respeto y de labor periodística como es el Grupo Semana; pero cuando algunos sectores bloquean a los periodistas independientes y de medios no tan fuertes, el asunto no pasa de lamentar, si se atenta contra la vida de alguno de los comunicadores.

Cuando un periodista pierde la vida, por lo general las autoridades anuncian con bombos y platillos que se adelantarán investigaciones exhaustivas y buscan por todos los lados que alrededor de lo sucedido haya algo personal y no de índole profesional, lo que parece, por no decir en firme, es un descaro, porque muchos periodistas han dejado sus vidas por decir la verdad en medio de esta corrupción y el conflicto que ha vivido el país por más de sesenta años.

Son muchos los periodistas desterrados en Colombia y son muchas las declaraciones de los presidentes, ministros, gobernadores y alcaldes que hablan a boca llena sobre la existencia de una verdadera libertad de prensa y no se dan cuenta que en los estrados judiciales hay mas de una demanda por parte de funcionarios públicos o de la fuerza pública que quienes dejar en limpio sus hojas de  vida, tras las investigaciones hechas por hombres y mujeres que se exponen a buscar la verdad de lo que sucede en el país.

Son muchos los periodistas que han tenido que sufrir para ejercer su profesión, porque si no son de medios importantes, son bloqueados tanto por entidades del Estado como deportivas para poder ejercer libremente con su trabajo.

En los años setenta un grupo de periodistas luchó para que por medio de una ley se le respetara los derechos a los periodistas y no solo a los comunicadores sociales y fue cuando se logró que el Congreso de la República reconociera y se diera a los periodistas una tarjeta profesional, reconociéndolos como profesionales y respaldándolos de manera tal que en ese entonces la Ley 51 de 1975 rezaba en los artículos 11 y 12 lo siguiente:

“Artículo 11. El periodista profesional no estará obligado a dar a conocer sus fuentes de información, ni revelar el origen de sus noticias, sin perjuicio de las responsabilidades que adquiere por informaciones. Articulo 12. Los funcionarios públicos y especialmente las autoridades de policía garantizarán la libre movilización del periodista y su acceso a los lugares de información salvo en los casos reservados conforme a las leyes. Parágrafo. La violación de lo dispuesto anteriormente será causa de mala conducta sancionable con destitución.”

Lo anterior se logró en ese entonces gracias al trabajo de la Asociación Colombiana de Periodistas,  y el Colegio Nacional de Periodistas, agremiaciones que desaparecieron y el Círculo de Periodistas de Bogotá.

Este es el momento para que los periodistas y las agremiaciones existentes nos unamos y nos pongamos en pie de lucha para hacer respetar nuestros derechos, nosotros los derechos justos de Publicaciones Semana sino de todos los que ejercemos de una o de otra manera este oficio que para colmo es como quedó en la nueva Ley de la República en donde hemos perdido el estatus de profesionales.

Creo que somos profesionales, porque vivimos de una profesión muy digna por cierto, llamada periodismo y recordemos que es responsabilidad de todos nosotros de hacernos respetar ante el Gobierno, las autoridades, los gremios económicos y ante todo lo que está a nuestro alrededor ejerciendo con profesionalismo y responsabilidad, estando informados y teniendo base en lo que escribimos para evitar que se nos rectifique.

Sabemos que damos respeto para que se nos respete y que debemos de estar unidos para evitar que un Gobierno o cualquier otro sector deje en peligro la libertad de prensa que es de tanto valor para los seres humanos, quienes se merecen estar bien y correctamente informados.

rudames@gmail.com