De acuerdo con el medio Tass, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aprobó unánimemente la resolución sometida por Francia para luchar contra el terrorismo, enfocado principalmente hacia ISIS y Al Qaeda.

En esta resolución no solo se destacan acciones coordinadas, incluyendo «todas las medidas necesarias para acabar con el terrorismo, sino que además se enfoca en el problema de reclutamiento de occidentales para Iraq y Siria, al igual que las fuentes de financiamiento de estos grupos yihadistas. Al respecto, se plantea bloquear las ventas de petróleo y de antigüedades que dan recursos a los grupos.

Lo anterior sucede bajo el contexto del recrudecimiento de los atentados terroristas como retaliación de los grupos yihadistas por intervenciones en Medio Oriente y África (ver Toma de hotel en Bamako, Mali deja 27 muertos y demuestra el alcance global del terrorismo). Este escalamiento se ha evidenciado con los ataques en Turquía, Líbano, Francia y hoy en Mali. En la resolución, el Consejo de Seguridad expresa su solidaridad con las víctimas y las naciones que se han visto azotadas por el terrorismo.

Esta fue aprobada a pesar de que previamente se había sometido una por Rusia. Vitali Churkin, representante permanente ruso ante la ONU, declaró que esta decisión demuestra una corta visión de la organización. El punto clave siendo las distintas ideas de Rusia frente a los países occidentales liderados por EE.UU., los cuales han promovido un cambio de régimen. En la resolución propuesta por Rusia en realidad se plantea trabajar en conjunto con las autoridades nacionales en los países en los cuales se está interviniendo. El representante manifestó que Rusia continuará con sus esfuerzos para lograr la aprobación de su propuesta (ver Las cuatro realidades incómodas expuestas por ataque de E.I. en París).

Esta resolución es un paso importante en la lucha contra el terrorismo, no obstante, cabe cuestionar si en realidad será eficiente. Lo anterior debido a que esta se focaliza y autoriza las medidas en Iraq y Siria, pero como se ha evidenciado tanto ISIS como Al Qaeda operan mediante aliados locales en países de Medio Oriente y del Magreb africano, por lo cual, sus fuerzas pueden ser diezmadas pero tienen refugio y apoyo en estos países, donde se puede continuar su objetivo, teniendo además en cuenta la facilidad en la movilidad entre continentes y en la organización de atentados.

Otra preocupación sería la posibilidad de futuras intervenciones coordinadas en otros países, debido a las consecuencias negativas que hasta el momento han sido causadas por la metodología intervencionista utilizada por potencias occidentales (ver Una guerra de civilizaciones: el pasado, el presente y el futuro de las intervenciones en medio oriente).