Este 16 de diciembre se conmemora la masacre en Peshawar donde murieron 151 personas, de los cuales 125 eran niños.

Se inauguró un momento en honor a las víctimas  y se realizó un acto precisamente en la escuela, donde los familiares y sobrevivientes mostraron carteles con fotos y nombres de los fallecidos.

El Primer Ministro, Sahrif, juró venganza contra los talibanes: «prometo que vengaremos cada gota de vuestra sangre y que vuestra sangre brillará siempre en un próspero Pakistán. Los padres deben recordar que la sangre de sus hijos han dado un nuevo rumbo a Pakistán».

Además resaltó que la operación militar «Zarb-e-Azb», desde su punto de vista, ha diezmado a los terroristas. «El día en que no haya más terroristas no está muy lejano», aseguró.

Finalmente, anunció que este día se conmemoraría siempre en Pakistán como el Día Nacional de la Determinación de la Educación, y que se instauraría una universidad en honor a las víctimas.

En todo el país y las escuelas se celebraron actos de conmemoración por el ataque talibán, realizado supuestamente en venganza ante operativos militares.

Esta conmemoración se da tres días después de un atentado suicida en la ciudad de Parachinar, el cual dejó al menos 22 muertos y 60 heridos, también en el norte del país ( ver Atentado en Pakistán deja al menos 22 muertos).