Por: Lola Portela
Ocultar el sol con un dedo, no es lo propio de mi parte. Me conocen y saben que: al pan, pan y al vino vino. Por eso, “sin anestesia y con dolor”, para algunos, continúo con mi análisis frente a los resultados de las pasadas elecciones. Sin duda, estamos frente a un mapa político del país que cambió sustancialmente.
Quienes leen, dicen y repiten que la izquierda perdió, debo decirles que es falso. Por el contrario, esta vez la izquierda ganó. Ahora tendrá un gran espacio político en el Congreso. En el periodo legislativo que culmina el Polo, como parte de la izquierda, era el único que tenía asiento en el legislativo, pero a partir del 20 de julio de 2018 se verá un incremento de la izquierda y de la centroizquierda en los escaños del parlamento.
También es cierto que el Uribismo tendrá el mayor número de senadores en el nuevo Congreso. El pueblo mostró, en las urnas, la polarización que se vive en los hogares, en las redes y en la calle. Es claro que los antagonistas del espectro político fueron los ganadores en la contienda para el Congreso que se vivió en las urnas el domingo pasado.
El Centro Democrático se convirtió en el partido con mayor votación en estos comicios con 2.513.320 votos y el ex presidente Álvaro Uribe fue el senador más votado con 875.554 votos. Sin embargo, estos votos no fueron suficientes para superar sus resultados de hace cuatro años, lo que causó que sólo fueran elegidos 19 senadores, uno menos que en 2014. Sin embargo, en la Cámara de Representantes, el Uribismo se consolidó como partido, pasando de 19 representantes a 32 elegidos.
La mayor sorpresa en estas elecciones vino por cuenta de los sectores que integran la Coalición Colombia del candidato presidencial Sergio Fajardo. La Alianza Verde superó todos sus pronósticos y logró pasar de 5 senadores a 10; encabezados por el exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus, quien obtuvo la inesperada suma de 540.743 votos. Siendo el senador con mayor votación, después de Uribe. En Cámara, los verdes también lograron consolidarse a lo largo del territorio nacional, pasando de 6 representantes a 9 en los departamentos de Valle del Cauca, Casanare, Boyacá y la circunscripción de Bogotá.
Y contra todos los pronósticos, la lista de los Decentes, impulsada por el candidato Gustavo Petro, logró superar el umbral con 523.286 votos, lo que les permitió obtener 4 nuevos senadores. En la Cámara y se convirtieron en la tercera fuerza en Bogotá, lo que les garantizó 2 nuevos representantes.
El Polo Democrático logró pasar el umbral y superó su votación de hace cuatro años con 736.367 votos. Este resultado le permitió conservar sus 5 curules, encabezadas por Jorge Robledo, quien obtuvo 226.099 votos. En cámara, el Polo tan sólo alcanzó 2 curules, en Antioquia y Bogotá. No obstante, la coalición con los Verdes en Santander, denominada Alternativa Santandereana, obtuvo una curul.
Y además, sumemos las cinco curules que por cuenta de los acuerdos tiene el partido Farc, tanto para Senado, como para Cámara, para un total de 10 puestos más, para la izquierda.
En resumen: creció el número de congresistas de los partidos considerados de derecha, pero también los de izquierda y centroizquierda.
Los liberales y el partido de la U, considerados del centro, evidenciaron en estos resultados sus líos internos y son ellos quienes ceden las curules que ganan los otros, ya nombrados.
El Partido Liberal, que se podría considerar de centro, logró 49 sillas en el Congreso, 14 en el Senado y 35 en la Cámara de Representantes. Esto significa que perdió tres curules en el Senado y cuatro en la Cámara, donde curiosamente obtuvo la mayor votación entre todos los partidos: 2’471.400, escrutado el 98,96 por ciento de las mesas.
Los líos internos del rojo salieron a la luz, con estos resultados y como desde ya arrancó la vertiginosa carrera a la Presidencia, el exministro del Interior, Juan Fernando Cristo, reveló que 7 senadores del Partido Liberal se apartarán de las directrices del jefe del liberalismo César Gaviria Trujillo. Los senadores Lidio García, Horacio José serpa, Guillermo García, Jaime Durán, Julián Bedoya, Andrés Cristo y Luis Fernando Velasco no asistieron a la cena que Gaviria preparó en su residencia, en la que se definiría la estrategia de cara a las elecciones de primera vuelta.
El grupo de congresistas rebeldes, que es la mitad de los senadores elegidos el pasado domingo, le pedirá al candidato presidencial Humberto de la Calle que asuma la jefatura de la colectividad. Con Gaviria no desean nada más. Este grupo no reconocerá la jefatura de Gaviria y así se da a conocer desde ya, pues de buena fuente se sabe que tomarán su propia decisión sobre coaliciones.
En conclusión, Gaviria debe dejar la jefatura liberal, sólo así tal vez se subsane la división del partido, que inició desde la última Convención Liberal. Si recordamos el retiro de la candidatura presidencial del senador Juan Manuel Galán.
En esta pelea, ya Gaviria amenazó a Cristo, la semana pasada, con sanciones disciplinarias por su rebeldía.
“Los rebeldes”, por llamarlos de alguna forma, con certeza desean trabajar fuerte y unidos en la aspiración de Humberto de la Calle a la presidencia, a quien la verdad no le veo muchas opciones. Mejor le iría si se uniera a alguien, pero el afán de poder y el costo de la consulta, seguramente le obliga a quedarse y presentarse solo. A no ser que entre todos asuman lo que costó la tal consulta liberal, que en poco o nada ayudó a los resultados de los últimos comicios. Mejor la hicieron los otros.
Por eso le veo pocas opciones al candidato liberal, los resultados electorales evidencian que de esa colectividad no saldrá el próximo Presidente de los colombianos.
Pero sigamos, el Partido Cambio Radical logró 16 curules en Senado y 30 en Cámara. Quedó con 46 legisladores. Fue uno de los que más creció. Hace cuatro años había elegido nueve senadores y 16 representantes. Su crecimiento fue contundente.
El partido del candidato Germán Vargas Lleras, Cambio Radical, también superó sus expectativas; al crecer de 9 a 16 senadores y de 15 representantes a la cámara a 30 elegidos.
También es claro que los electores demostraron no estar contentos con la forma como se manejó la política de Juan Manuel Santos. Y eso se lo cobrarán a su partido, el de la U. Así como “los problemas y señalamientos de los que vienen siendo objeto algunos miembros de ese partido le pasaron factura a la colectividad”, como reconoció Iragorri.
Así las cosas, los liberales y conservadores en mi opinión están entre los “perdedores”, del 11 de marzo. Veamos porque: el Partido Conservador pasó de 18 senadores en 2014 a 15 senadores electos y de 26 representantes a 21; el Partido Liberal que pasó de 17 senadores a 14 y de 39 representantes a 35; y el Partido de la U que pasó de 21 senadores a 14 y de 37 representantes a tan sólo 25.
En la Coalición Especial ganó el voto en blanco, los indígenas, con su sabiduría ancestral, sí supieron ponerse de acuerdo y decidir frente a ese río revuelto y cantidad de corruptos, que les prometieron y no cumplieron. Esta vez a ellos no lograron “comprarlos”, porque dejémonos de vainas, pero en estas elecciones rodó mucho dinero en la compra descarada de votos. Y en esto, como lo he dicho antes, es tan culpable quien compra, como el que se deja comprar. Se quemaron los candidatos que no le jugaron mal a Colombia, por eso se tiene el país que no merecemos, los de conciencia en paz.
El nuevo Congreso tendrá un funcionamiento con líneas de división muy claras entre los dos sectores. Será el Congreso más polarizado de la historia. La inclinación de la derecha, la veo liberal, no tan conservadora.
Conclusión: el Congreso que asuma este 20 de julio tiene que ver con iniciativas enfocadas a la implementación de los acuerdos de paz. Con seguridad, Cambio Radical manifestará sus reparos puntuales, especialmente en lo relacionado con los asuntos de justicia.
La votación de los Decentes y el aumento de la bancada de los “verdes” seguramente equilibrarán las fuerzas. Es seguro que la implementación del acuerdo con las Farc tendrá una mayor discusión. Y aquí seré clara: los acuerdos no se van a terminar. Habrá mayores obstáculos para algunos puntos, pero no es posible hacer trizas lo acordado en ese Acuerdo.
Estos son los resultados de las elecciones en la Colombia que dejó la guerra, para pelear en las urnas y debatir las reformas de la paz, en el Congreso.