La lucha en contra del Estado Islámico (E.I.) y la campaña del Presidente francés Hollande por reclutar apoyo internacional ha empezado a dar frutos. Varios países se han unido en la guerra contra el terrorismo, ya sea a través de bombardeos o de tropas de relevo.
No obstante, los cuestionamientos sobre la efectividad de estas medidas continúan, y es que ISIS sigue controlando varias ciudades, pero principalmente ha incrementado su capacidad de atacar en occidente, algo que para los expertos no debe dejarse de lado. De igual forma, se resalta que el grupo yihadista ha asumido técnicas eficientes para resguardarse de los bombardeos y no debe ser subestimado.
El panorama es incluso más complejo debido a que con el incremento de las alianzas internacionales, se podría dar una reacción interesante y peligrosa, una posible reconciliación con Al Qaeda debido a la presión que sufren ambos grupos.
Así mismo, las tensiones entre Turquía y Rusia son otros elementos que enredan aún más la situación, teniendo en cuenta que con el derribamiento del caza ruso hace unas semanas se ha empañado incluso la posición de la OTAN.
¿Los bombardeos generan verdaderos logros?
El día de hoy la aviación iraquí encaminó sus esfuerzos a la ciudad de Mosul controlada por E.I. y que es uno de sus pilares reputacionales. De acuerdo con los reportes, los objetivos fueron tanto una sede militar como una mezquita, y como resultado fallecieron 24 miembros del grupo yihadista y 8 civiles, al tiempo que 18 personas de la organización terrorista resultaron heridas.
No obstante, cabe cuestionar la eficiencia de estos bombardeos debido a las informaciones conocidas sobre las estrategias del grupo yihadista. En este sentido, una de las tácticas de E.I. ha sido la construcción de túneles subterráneos para protegerse frente a bombardeos aéreos, de los cuales se conocen cientos de metros en el pueblo de Sinjar, Iraq, los cuales fueron descubiertos por fuerzas kurdas (el 12 de noviembre cuando junto a los aliados recuperaron la ciudad). En estos se encontraron herramientas para fabricar bombas, municiones y medicamentos.
EE.UU.: un despliegue progresivo de tropas
Parece ser que se ha hecho evidente a ojos de los aliados que los bombardeos no pueden ser el pilar de la estrategia en contra de E.I., y a pesar de la incertidumbre sobre la posición estadounidense y su posible negativa de incrementar fuerzas terrestres, se ha vuelto inevitable hacerlo.
Precisamente se anunció el envío de tropas terrestres para «incrementar la moral» de las tropas iraquíes y acelerar la lucha contra el Daesh (E.I.) en Iraq y Siria. Frente a este tema, Ashton Carter, secretario de Defensa de EE.UU. informó que EE.UU. enviará refuerzos para los contingentes de fuerzas especiales que se encuentran en estos países. Estas tienen como fin «llevar a cabo incursiones, liberar rehenes, reunir información de inteligencia y capturar a líderes del EI», al igual que realizar las denominadas operaciones unilaterales.
Esta medida tiene claramente como objetivo demostrar un mayor involucramiento de EE.UU. en Siria, particularmente debido a las alegaciones de opositores como el demócrata Jeb Bush, quien ha defendido enviar tropas terrestres. No obstante, también le permite a Obama mantener su estrategia de baja participación para que los locales también «lidien con el problema» a través de soluciones internas. Cabe resaltar que probablemente estas cifras de contingente continuarán incrementando con el acercamiento de las elecciones a la Presidencia estadounidense (ver Si en Europa llueve, en EE.UU. no escampa: consecuencias políticas de atentados terroristas).
Alemania a intervenir: otro éxito de Hollande
Alemania ha sido uno de esos países que han sorprendido al mundo. Este país por su historia había evitado intervenciones externas, tanto que cuando Merkel ofreció su apoyo al Presidente Hollande, dispuso inicialmente 650 militares para relevar las tropas francesas en Malí, frente a lo cual Hollande sostuvo que deseaba Alemania hiciera más (ver Mientras escalan tensiones entre Turquía y Rusia, Francia continúa en la búsqueda de una coalición internacional).
Y es que este país acaba de ampliar la cobertura legal para intervenir militarmente en Siria con 1.200 soldados en la guerra en contra de E.I. Esta propuesta fue presentada al Consejo de Ministros, enfatizando como objetivos de las tropas realizar tareas de reconocimiento, logística y seguridad, dando cobertura a los ataques de los aliados pero sin efectuar bombardeos. El Bundestag (órgano legislativo) tomará la decisión entre esta y la siguiente semana para aprobar esta medida. De acuerdo con la propuesta “el aporte alemán se dirige a la lucha contra el terrorismo para apoyar especialmente a Francia e Iraq en su alianza contra el ISIS”.
Problemas políticos entorno a la intervención
Mientras tanto, Obama sigue siendo optimista respecto a un posible cambio en la posición de Rusia frente a Al- asad. Precisamente durante COP21, el mandatario estadounidense sostuvo que obviamente Rusia no dará un «giro de 180 grados» pero paulatinamente irá modificando su posición de intervención. Afirmó que se dará un «cambio en los cálculos de Rusia y un reconocimiento de que es el momento de poner fin a la guerra civil en Siria».
No obstante, esto no pasará pronto y son precisamente estas diferencias aunadas a los intereses propios de los países intervencionistas los que amenazan la lucha contra el terrorismo en medio oriente.
Estas diferencias ahora están complicadas aún más debido a la posibilidad de intervención directa de Alemania en Siria. Para el Gobierno alemán la única forma de colaborar con el Ejército del régimen sirio es que se logre una transición democrática que implica sacar a Al-asad del poder. Al respecto, la ministra de Defensa Ursula von der Leyen, ha afirmado que «no habrá cooperación alguna con las tropas bajo el mando de El Asad«agregando que «no cooperaremos con responsables que tienen sus manos manchadas de sangre».
Así mismo, es precisamente esta diferencia de posición la que se presume llevó al derribamiento del avión caza ruso por Turquía (a pesar de ser miembro de la OTAN) y el subsiguiente escalamiento de tensiones entre estos países. Lo anterior debido a Rusia ha bombardeado zonas donde se encuentran grupos opositores del régimen, las cuales son de origen turco, alegando la presencia de yihadistas en estos, mientras que el Gobierno turco los defiende.
Lo claro es que los aliados deben ser muy inteligentes y aprender de la intervención en Iraq, lo cual implica trabajar con las Fuerzas Militares actuales y mantener estructuras del régimen de Al-asad para evitar vacíos de poder que permitan precisamente el surgimiento de grupos terroristas o grupos armados ilegítimos.
A estas tensiones se suma el fortalecimiento del sentimiento anti sirio en los países europeos, los cuales han generado una aprehensión frente a la recepción de migrantes sirios, debido a la posible infiltración de terroristas en estos grupos. Y es que para los aliados la solución es que Turquía reciba a todos los refugiados, una solución poco probable y práctica dado que el país no cuenta con las oportunidades ni la capacidad para acogerlos.
¿Y la OTAN?
El martes esta organización se reunió para determinar su permanencia en Afganistán, en donde tiene 12.ooo efectivos presente. Al respecto, Jens Stolenberg, su secretario general, afirmó que «promoveremos la paz, el desarrollo, los derechos humanos y el Estado de derecho en Afganistán». Además, están discutiendo la posibilidad de refuerzo de la presencia de la OTAN en África debido a los vínculos de los grupos yihadistas con organizaciones locales, particularmente en el Magreb.