El reloj acercaba sus manillas a las 10 de la mañana. Hoy por la puerta de visitantes de la Escuela de cadetes de la Policía Nacional, General Francisco de Paula Santander, en donde hacen curso para oficiales los aspirantes, había alto movimiento de personas que ingresaban a las instalaciones. Tanto por la puerta peatonal, como por la de vehículos, el alto tráfico de visitantes comenzaba a formar filas en el acceso.

Según las fuentes de inteligencia, hasta la garita de la entrada B, llegó una camioneta de platón que pretendía ingresar, aprovechando la afluencia de público. Al parecer, justo lo que quería era pasar desapercibido e ingresar en medio de las prisas que corren cuando tantas personas quieren entrar. Sio lo lograba, sólo estacionaría la camioneta en uno de los parqueaderos y procedería a activar el carrobomba a través de un dispositivo remoto que, expertos de la fiscalía, ya lograron establecer.

Pero la persona que quería ingresar al las instalaciones de la Escuela, se detuvo en la garita de entrada y como es el protogolo, fue requerido para identificación y requisa reglamentaria. Todo iba sin problema hasta que uno de los perros de vigilancia con uno de los policías de guardia, comienza a darle vuelta al vehículo hasta que da la alerta de la presencia de una sustancia sospechosa de ser explosivo.

El carro nunca apagó su motor y permaneció encendido, por lo que el conductor, al verse sorprendido, aceleró a fondo y embiste a los policías de la puerta derribando la baranda y pasando por encima de uno de los policías que atropelló. El vehículo excede la velocidad e ingresó por la vía principal, siendo perseguido por cuatro valerosos uniformados que salieron corriendo detrás del carro, hasta que el conductor perdió el control y colisionó contra uno de los edificios en los que duermen los aspirantes a oficiales, produciéndose la explosión que derribó árboles, reventó vidriales de ventanales y puertas.

Según explican las fuentes, el hombre que murió en el lugar, no se esperaba encontrar con la muerte hoy. Su plan era entrar, dejar el carro y hacerlo explotar por control remoto, pero nunca se imaginó que un perro entrenado de la Policía lo fuera a dejar en evidencia. El daño pudo ser mayor si logra su plan, pues hoy se concentraba muchas personas, toda vez que habrían reuniones y ceremonias de cadetes y alférez que reuniría a gran cantidad de visitantes.

En el momento de la explosión, varios cadetes de desplazaban por la vía y su aceras, inclusive, varios de los cadetes que tuvieron actividad nocturna y guardia, dormían, siendo despertados por el fuerte estallido.

Luego de la explosión, todo fue caos, humo y llamas, mientras que los visitantes y cadetes encendieron sus teléfonos para grabar, tomar fotos que se fueron viralizando en redes sociales, especialmente una foto que muestra los restos de un hombre totalmente desmembrado al lado del motor en llamas, y que, al parecer, sería el conductor del carro que hoy se levantó sin imaginarse que moriría en el acto terrorista.

Las autoridades presumen que los responsables de este acto es el ELN, pero no lo confirman y solo esperan poder corroborar la información para dar un pronunciamiento oficial. Igualmente se iniciaron las labores de investigación forense para investigar los hechos a profundidad y que permita saber qué fallas de seguridad de produjeron, se pueda identificar los restos mutilados y establecer los pormenores de los hechos.

Para las autoridades, es importante revisar los protocolos pues el carro bomba hizo explosión al interior de una de las instalaciones policiales mas vigiladas del país, lo que obligará a reforzar las medidas de seguridad.

En las últimos minutos se descartó que haya amenazas en otros lugares de Bogotá pero si se alertó en el Norte de Santander en donde el ELN tiene acciones constantes.

vía ifmnoticias.com    somos Medialco