Un fuerte mensaje emitido por el ahora embajador ante la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), Armando Benedetti, ha despertado polémica ante lo que sería un posible menosprecio por su nuevo cargo en Italia.
En una álgida conversación con los periodistas de la W Radio a través de un mensaje de texto, el funcionario lanzó cuestionamientos sobre algunas declaraciones que ponen en duda la pertinencia de la asignación a dicho cargo, en vista de que fue abierto por un decreto de la Cancillería en 2023, y oficializado a través del decreto 0108 del 2024.
Sus palabras incluyeron expresiones en las que aseguró que todas sus posibles deudas con la justicia colombiana, incluso las denuncias realizadas por “Laura” –presumiblemente Laura Sarabia, con quien ha enfrentado encontronazos por distintas acusaciones– son una historia “de traición”.
Decreto 0108 de 2024, por medio del que se oficializa el cargo de embajador de Armando Benedetti ante la FAO – crédito Cancillería
“La embajada de la FAO no es lo que yo hubiera querido”: Benedetti
En medio de algunas circunstancias comprometedoras con la justicia colombiana que él calificó como “emboscadas”, y a la vista de que una buena parte de la opinión nacional ha manifestado dudas sobre su actual nombramiento, Armando Benedetti buscó establecer una defensa bajo el argumento de que ha sido perseguido; incluso, luego de que, según él, su apoyo al gobierno de Petro ha sido contundente.
Ante lo que consideró “una parodia”, manifestó que lleva “cinco años perseguido por la Lombana, por emboscadas judiciales que me hizo NHM (Nestor Humberto Martínez, anterior cabeza de la Fiscalía) mandado por Vargas Lleras”. También indicó que no ha tenido “un testigo en contra después de investigar 300 personas y más de 100 testigos. 20 años investigado por la Corte”.
Por eso, preguntó a los periodistas del medio radial que de dónde sacaban que el “estaba huyendo”, pues afirmó que en distintas emisiones lo ponían “como un desaparecido”.
Sin embargo, insistió en que su participación en el apoyo a Gustavo Petro ha sido muy determinante. “Tuve que ver mucho por no decir que yo elegí a Petro. Así que merecía lo que fuera y esto no es lo que hubiera querido, pero es lo mejor”, continuó. “Aquí solo hay una historia de traición. Así que deja la película y deja el libreto que te hace Laura. Si yo hibiera estado ahí, no hubiera pasado nada de todas las inesxperiencias”, siguió.
Por su parte, la respuesta desde La W sugirió que los cuestionamientos, desde luego, no tenían que ver con un libreto. Mientras Benedetti afirmó que se trataba de una película en la que predominaba la versión de Laura Sarabia sobre el actuar del exembajador de Venezuela, el equipo de trabajo del portal radial aseveró que este tipo de puestos diplomáticos sirven como un casco ante la ley. Esto, además, con la “particularidad de dos embajadas que se reabrieron en este gobierno: la embajada de la Unesco, en París, y la embajada de la FAO, sede Roma”, como describió el periodista de La W.
De manera que, según el medio, quien “el estar en esos países les garantiza una cierta protección” a funcionarios como Benedetti, quien “tiene pendientes con la justicia”.
Conferencia de la FAO 2023. Esta organización ahora contará con la representación de Colombia por parte de Armando Benedetti – crédito FAOFAO/Giuseppe Carotenuto
La pertinencia de Benedetti para el cargo: un “riesgo reputacional”
Ahora bien, aparte del contexto judicial, más dudas se han levantado sobre el nombramiento del embajador. Ya un sindicato de la Cancillería, la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular de Colombia (Unidiplo) ha mencionado que Armando Benedetti no es apto para dicho cargo, porque “no cumple con los requisitos formales para desempeñarse como embajador, cargo para el cual se exige al aspirante acreditar el dominio de un idioma de uso diplomático distinto al español o al del país de destino”,
Incluso, como citó Semana, el grupo sindical afirmó que, desde su anterior cargo en Venezuela, Benedetti “no demostró contar con las capacidades suficientes para ejercer un cargo diplomático”, por cuenta de varias fallas administrativas. Por lo tanto, sería “un riesgo reputacional”.