Francia y Rusia anunciaron una alianza para atacar a E.I., una estrategia que demuestra la unión de dos naciones víctimas de los atentados del grupo terrorista.
El día de ayer ambos países bombardearon Raqqa, la capital autoproclamada de E.I., y ambos han sido enfáticos en que están en guerra y que fortalecerán sus acciones y presencia en la zona en contra del grupo yihadista, más allá de la coalición, es decir indpendientemente de EE.UU.
Esta alianza surge bajo el contexto de la aceptación de Rusia respecto a la caída del avión ruso como resultado de un atentado terrorista. Pareciera que en realidad los atentados en Francia y la solidaridad internacional demostrada frente a estos, le permitió a Putin aceptar frente a la opinión pública la comisión del acto terrorista.
El accidente del Airbus ruso el pasado 31 de octubre en la península del Sinaí generó gran incertidumbre en la comunidad internacional. Inicialmente, era evidente que la comunidad internacional se rehusaba a aceptar la autoría del E.I. sobre el hecho, probablemente con el fin de desestimar que el grupo terrorista tuviese armas de largo alcance, lo cual fue la principal teoría (ver Accidente de avión ruso en península del Sinaí). Lo anterior, además en respuesta a los intereses de las partes involucradas: en el caso ruso las consecuencias en la opinión pública debido a la decisión de intervenir en Siria, y en el caso egipcio la necesidad de demostrar que el país era seguro para poder retomar el turismo nacional (ver Incertidumbre alrededor de caída de avión ruso en Egipto: intereses enfrentados).
No obstante, debido a los adelantos en la investigación y labores de inteligencia de EE.UU., para Gran Bretaña y los estadounidenses la posibilidad de una bomba en el área de cargo era la opción más factible ( ver Después de negarlo, Londres y Washington plantean que avión ruso cayó por bomba). Por este motivo, cancelaron sus vuelos a las provincias egipcias, a pesar de las afirmaciones del presidente Sisi y de Putín resaltando que esta hipótesis no estaba comprobada (Continúa incertidumbre sobre caída del avión ruso).
Y es que finalmente Alexandr Bórtnikov, director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), aceptó que indudablemente el avión fue blanco de un atentado terrorista. Afirmó que «un artefacto explosivo de confección casera se activó en el interior de la nave, lo que produjo su desintegración en el aire».
Por este hecho, Putin planteó a sus jefes militares que “hay que establecer contacto directo con los franceses y trabajar con ellos como aliados”. Con esta aceptación de víctimas, la posición de Putin y de Hollande es atacar incesantemente los territorios controlados por E.I.